El colectivo de rederas lucha desde 2004 por conseguir mejoras en su coeficiente reductor. La dureza de sus condiciones de trabajo muchas veces les impide llegar a la edad de jubilación „los 67 años„ debido a las dolencias que arrastran derivadas de su actividad. Para mejorar su situación, la Federación Galega de Redeiras Artesás O Peirao se reúne hoy con responsables de los ministerios de Trabajo y de Pesca para "desbloquear la situación". "Llevamos desde el 2004 reclamando un cambio. En esta reunión esperamos desbloquear la situación. Nosotras tenemos que jubilarnos a los 67, mientras que los compañeros de la pesca lo hacen a los 57", manifiesta la presidenta de la Federación Galega de Redeiras Artesás O Peirao, Verónica Veres.

Otro frente que luchan por mejorar es el reconocimiento de las enfermedades profesionales, ya que, en numerosas ocasiones, dolencias derivadas de su trabajo como rederas se consideran "enfermedades comunes". "El túnel carpiano es una de las dolencias que sí está reconocida como profesional, pero los médicos pocas veces lo consideran. A la hora de pedir una baja por motivos laborales en el 80% de los casos tenemos que reclamarla y si finalmente no la reconocen como tal la única vía que tenemos es la judicial", lamenta Veres.

El tercer objetivo de las rederas gallegas es conseguir representarse a sí mismas, "hablar con voz propia". "Queremos defendernos nosotras, no hacerlo a través de otras instituciones que no nos contemplan de forma activa", apunta la representante del colectivo. Al no formar parte de la pesca extractiva, las rederas no pueden ser miembros de las cofradías, por lo que en caso de que los pósitos las representen no pueden informarlas de lo que pasa con su caso "porque no somos cofrades". "Por eso o cambia la ley y podemos formar parte de las cofradías o nos representamos nosotras", manifiesta Veres.

Profesionalización

Las rederas artesanales buscan con estos tres puntos lograr la profesionalización. "Queremos que a largo plazo haya un ciclo en formación profesional. Ahora nos centramos en el coeficiente reductor, en reconocer las enfermedades profesionales y en representarnos a nosotras mismas", concreta la presidenta de la Federación Galega de Redeiras Artesás O Peirao.

La asociación, que destaca que el 65% del colectivo es mayor de 50 años, afirma que no es necesario un relevo generacional urgente, sino que hay que darle más visibilidad. "Si no hay sitios en los que puedas estudiar la profesión y aun por encima te dicen que vas a trabajar en la intemperie, con frío, agua o excesivo calor y que no vas a tener festivos no es lo más atractivo", lamenta Veres, que apunta que si consiguen mejorar las condiciones de trabajo y se les reconocen los derechos que tiene el sector pesquero "se conseguirá ese relevo generacional".