El sector toma como referencia los resultados de la campaña Caracas 2019 (que presentarán las Administraciones competentes "de inmediato") para elaborar el plan de gestión de la cigala para lograr la apertura de la pesquería en las unidades funcionales 25 „aguas gallegas„ y 31 „a la altura de Asturias, Cantabria y el País Vasco„, dentro de la zona VIIIc (entre Fisterra y el golfo de Vizcaya). La propuesta, que se presentará en noviembre en Bruselas, se basa en varios aspectos, como el establecimiento de un total admisible de captura (TAC) anual, de un límite máximo de capacidad y esfuerzo pesquero y de vedas para la protección de las hembras reproductoras.

También se incluyen medidas de conservación para la protección de los ejemplares que estén por debajo del tamaño mínimo de referencia de conservación, como la prohibición de pesca con una malla inferior a 70 milímetros. Además se controlarán y supervisarán "con mayor exhaustividad" los desembarques de la especie para lo que será necesario notificar previamente el puerto de llegada, la hora estimada de desembarque, una aproximación de la cantidad a bordo y la zona donde se capturó.

El sector también apuesta por mejorar la recopilación de datos científicos con medidas como el muestreo obligatorio para buques autorizados o la aportación de un número mínimo de cigalas para su evaluación.