El cerco ibérico se reúne hoy en Matosinhos para poner sobre la mesa la situación que vive el sector y mirar al futuro a la vez que luchan por garantizar unas posibilidades de pesca que les garantice poder trabajar como hasta ahora. "El cerco en la Península Ibérica atraviesa un momento particularmente delicado y dramático por las sucesivas limitaciones impuestas a su actividad", indica la asociación portuguesa de esta modalidad pesquera.

En el encuentro, que juntará a representantes cerqueros del Cantábrico Noroeste, de Andalucía y de Portugal, hablarán de aspectos tan relevantes para ellos como la campaña de la sardina o la anchoa en la zona IXa „de Fisterra al golfo de Cádiz„. "Queremos aportar nuestra visión y lo que esperamos de la sardina para el año que viene. Queremos que desde Europa consideren también la postura del sector", señala el representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que acude hoy a la reunión. Este año la campaña de la especie duró apenas dos meses (de mayo a julio), aunque los pescadores constataron en ese tiempo la presencia de xouba (alevines), hecho que reafirmaba su posición de que la especie se está recuperando.

Otro tema que tratarán es la recomendación que hizo la Comisión Europea (CE) de recortar un 50% la cuota de jurel en la zona IXa, algo que el sector no esperaba cuando la CE anunció sus propuestas de cara a las posibilidades de pesca del 2020. El cerco y otros segmentos afectados todavía pueden presentar datos que escuden su postura, ya que el Consejo de Ministros de Pesca tomará una decisión definitiva sobre los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas en diciembre.

La anchoa que se captura en la zona IXa también será otro punto a tratar en la reunión del cerco ibérico, ya que flotas como la gallega apenas pueden capturar un 0,14% de la cuota total. "Estos tres puntos son fundamentales para nosotros porque es nuestro futuro", matiza el representante de Acerga.