La subasta de berberecho en las lonjas gallegas deja números que superan los registrados a lo largo de la última década. La facturación por la comercialización de este bivalvo en los centros de primera venta hasta octubre generó casi 15 millones de euros, un cifra un 80% superior a la media de la última década que ascendería a ocho millones de euros. Así lo detalló ayer la conselleira do Mar, Rosa Quintana, en el Parlamento, donde también indicó que el crecimiento de los ingresos con respecto a 2018 es del 34%, ya que entre enero y octubre del pasado año las rulas de la comunidad facturaron 11 millones de euros. La cantidad de berberecho extraído de los bancos marisqueros gallegos hasta octubre fue de 2.260 toneladas por las 1.691 toneladas del anterior ejercicio, un 33% más. Con respecto a la media de los últimos diez años, las lonjas gallegas subastaron un 44% más de producto, ya que la media ascendía a 1.563 toneladas.

Quintana señaló, a raíz de los datos presentados, que la especie "se está recuperando". Sin embargo, la conselleira do Mar instó a esperar a que estas "buenas cifras" se confirmen, se refuercen y se consoliden. Por este motivo descartó hacer previsiones a largo plazo del comportamiento de este bivalvo ya que su evolución depende de numerosas variables como pueden ser la llegada de agua dulce a los bancos marisqueros, la presencia de toxinas, de depredadores, de patologías o el volumen de extracción desarrollado con anterioridad ya que podría afectar a los nuevos reclutamientos.

La responsable del departamento de Mar destacó los trabajos que se realizan para regenerar las zonas en las que no se puede producir esta especie. De igual modo se busca racionalizar su explotación, avanzar en el control y predicción de mareas rojas y la presencia de toxinas en general, así como encontrar aplicaciones prácticas para evitar la influencia e impacto de parásitos como la marteilia.

La lonja que más berberecho subastó hasta octubre es la de Noia: 1.130 toneladas vendidas por 8,6 millones de euros.