La lucha de los exmarinos gallegos en Noruega es una carrera de fondo, aunque parece que por fin llegan a la meta. Hace más de una década que crearon la asociación Long Hope, en los que realizaron numerosas acciones por toda Europa para exigir al país nórdico el pago de sus pensiones tras haber trabajado en su flota mercante hasta 1994. Tras agotar la vía judicial noruega „de la que no esperaban ningún resultado positivo„ la última parada que le queda al colectivo es Estrasburgo, concretamente el Tribunal de Derechos Humanos. El 5 de noviembre presentaron la demanda, por lo que ahora tienen que esperar entre uno o dos años para llegar al final de esta lucha "tenaz".

"Noruega tuvo un trato discriminatorio hacia estos trabajadores", afirmó el abogado de Long Hope que lleva la causa en el Tribunal de Derechos Humanos, el noruego Marius Reikeras. El letrado señaló en una rueda de prensa celebrada en la Facultade de Dereito da Universidade da Coruña (UDC) que se incluyó un apartado específico en la demanda en el que se solicita "prioridad" en el caso ya que los demandantes son jubilados. "La normativa lo contempla así", precisó el profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UDC, Xosé Manuel Carril, que asesora al colectivo.

El principal argumento que usó Noruega en los juicios celebrados en el país escandinavo se reducía a "negar la mayor". "Decían que no había diferencia de trato. Con la trampa de que unos residían en Noruega y otros no", concretó Carril, que indicó que esta no era la cuestión, sino que unos estaban afiliados a la Seguridad Social y otros no. "Lo hacían para no tener que pronunciarse sobre el fondo del asunto. Si admitían que había diferencia de trato tendrían que justificarlo y no tienen razones para hacerlo. Se quedó en un aspecto formal de que unos cotizaban y otros no", manifestó el profesor de Derecho de la UDC, que apuntó que la estrategia de Noruega desde el principio fue "torpedear".

La demanda al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo la presentaron dos personas: un exmarino que trabajó en Noruega entre 1971 y 1983, y la viuda de otro extrabajador que estuvo en la flota mercante noruega entre 1959 y 1978. Long Hope también está personada y bajo la asociación están representadas otros 212 exmarineros. "Tienen que ir dos personas representando casos diferentes: extrabajador que sigue vivo y viuda que muestra la falta de protección que tienen las familias de los exmarineros", explicó Carril.

Participación del Gobierno

El jueves miembros de Long Hope se reunieron en Madrid con representantes del Gobierno en funciones, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. En el encuentro les comunicaron que España se personará en el caso. "Mandó un escrito a Estrasburgo pidiendo que el tribunal acepte la demanda a trámite. Y una vez aceptada, España se personará como Estado para defendernos", señaló el portavoz del colectivo, Alberto Paz.

También hablaron de una posible solución diplomática del conflicto, algo que la asociación de exmarinos ve lejana. "El Gobierno había fijado una reunión con Noruega, pero no aparecieron. España mandó una carta reclamándola, pero sigue sin fecha", manifestó Paz. El representante de Long Hope recalcó su intención de conseguir "justicia social": "No le pedimos ni un duro a Noruega, solo los derechos sociales que nos correspondan. Tantos años trabajados, tanta pensión", reclamó.