El tijeretazo en la cuota de merluza de Gran Sol asesta un golpe de 35 millones de euros en ventas a la flota española, en su gran mayoría gallega. El recurso, clave para la comunidad gallega, se ve reducido en 7.886 toneladas en el histórico caladero tras el acuerdo ratificado ayer a las 6.30 horas por parte de los ministros de Pesca europeos durante el consejo para establecer los totales admisible de capturas (TAC) y cuotas. Un pacto difícil de alcanzar „de los que más tardaron en llegar en los últimos años„ y en el que la flota de litoral salió indemne pese al pesimista punto de partida establecido por la Comisión Europea. Así, los barcos que trabajan en aguas de Galicia, el resto del Cantábrico y el Golfo de Cádiz logran 7.867 toneladas respecto a este año, lo que supone 8,6 millones de euros más en ventas.

Los ministros europeos acordaron mantener la rebaja del 20% en el caso de la merluza del Gran Sol, un caladero en el que también bajó ligeramente el rape (-1,9%) y aumentó el gallo (3,1%). El cómputo de las cuotas para este caladero deja un balance de 6.900 toneladas menos por el drástico recorte. Y eso pese a que España sumó a Reino Unido, Bélgica y Holanda a sus reclamaciones.

El caso contrario se dio en aguas ibéricas (zonas VIIIc y IXa) y en la zona VIIIabde. En el primer caso el negro punto de partida para el jurel consiguió solventarse. Así, en la zona entre Fisterra y Golfo de Cádiz (la IXa) se pasó del -50% inicial a un +24% gracias a los buenos datos reflejados por los estudios científicos. Mientras, entre Fisterra y País Vasco (la VIIIc) la reducción del 40% se mantuvo, pero se logró establecer un mecanismo de flexibilidad que permite transferir hasta el 80% de la cuota del jurel del norte para minimizar el impacto para la flota afectada. Donde no se cumplieron las expectativas del sector fue en la cigala en la zona VIIIc, ya que su captura estará cerrada por cuarto año a la espera de una reevaluación científica que se conocerá entrado el 2020.

La delegación española también logró rebajar el recorte de la merluza del casi 20% menos inicial a un 5,5% menos; en el rape el descenso es de un 3,4% y en el gallo se logró también aquí un aumento del 3,1%. Sumado a la ratificación del gran aumento de la caballa en un 41% (acordado con Noruega e Islas Feroe en octubre), al mantenimiento de la raya y a las tibias reducciones en cigala IXa (-3,7%) y anchoa VIIIc (-1,4%), tanto arrastre como cerco celebraron el acuerdo. "Se mejoraron muchas propuestas negativas, aunque nos quedan tres puntos negros: la merluza norte, el jurel en la VIIIc y la cigala", manifestó el gerente de PescaGalicia-Arpega-O Barco, Juan Carlos Corrás.

Para la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) la solución para el jurel es la mejor noticia. "Estamos razonablemente satisfechos porque se va a poder paliar el descenso en la zona VIIIc", explicó el portavoz Andrés García, que calificó como "asumible" el recorte en la anchoa.

Mientras, la patronal española Cepesca coincide en que "en general" el resultado fue "positivo". "Los TAC acordados van a permitir a nuestra flota pescar más que en 2019", resumió su secretario general, Javier Garat.

En el plano político, el ministro español en funciones, Luis Planas, indicó que el acuerdo alcanzado supone un "muy buen resultado" para el país y "para el conjunto del sector". Mientras, la conselleira de Mar, Rosa Quintana, indicó que "al final" se consiguieron "muy buenas cosas" y que se mantuvo "el barco a flote" pese a "tiro a la línea de flotación" inicial de Bruselas.