Santa Klaus se impone poco a poco. Pero los que llegan de verdad al mundo de la mar, especialmente al de la pesca, son Melchor, Gaspar y Baltasar, magos de Oriente que, desde el año 1986, viajan por las redes de todo tipo „las pelágicas incluidas„ gracias a la Comisión Europea. La noche del 6 de enero están, puntuales, en todas las reuniones, en todos los saraos, después de que la UE hubiera dado luz verde a las posibilidades de pesca de los Estados miembros, y tras prestar especial atención al esfuerzo pesquero que realizan en aguas comunitarias España, Francia e Italia. Bien es cierto que la preocupación verdadera de la Comisión se centra en la pesquería del merlán en el mar de Irlanda y la del bacalao en el Oeste de Escocia y en el denominado mar Céltico.

Pero atención, ciudadanos pescadores y dependientes de la pesca: me han chivado que los Melchor, Gaspar y Baltasar de la Comunidad Europea traen bajo el brazo „ya vienen, ya vienen„ la intención de reducir mucho más allá del 10% acordado ya, el número de días de pesca de este año 2020 que acabamos de estrenar. Vamos, que los ministros de Pesca comunitarios, con la colaboración inestimable de las organizaciones ecologistas, tienen al sector pesquero bien agarrado por sus partes pudendas y, donde no aplican recortes de cuota, aplican „o eso pretenden„ reducciones en las posibilidades de pesca por días de permanencia en los caladeros que la Unión tiene como propios.

Si esto va a ser así y unimos a ello el efecto reductor del Brexit, "puedo prometer y prometo" que la Comunidad Europea le va a proporcionar a España (especialmente a Galicia) una maternidad no deseada a la que solo podría renunciar si practica, como alguna vez se ha intentado, un ejercicio lobbystico a prueba de presiones de todo tipo por parte de quienes consideran „caso de algunas ONG„ que la integración de España en la entonces CEE „hoy UE„ fue un mal parto del que algún Estado miembro no se ha recuperado 34 años después de que una asombrada España comenzara a comprobar que en la Comunidad Económica Europea (CEE) tampoco se atan los perros con longanizas.

Vienen los Reyes Magos, sí. Y sus carbones son, por esta vez, anuncio de recortes de los días de pesca, a la vez que se incide en los desembarques de los que todos hemos conocido como descartes. Que no sabe uno qué es peor.