El cierre de la actividad en la ría de Noia y la vigilancia sobre el marisco portugués son dos de los factores que han evitado la caída en los precios del marisco que se registra cada año después de la Navidad. Esa es la conclusión a la que llega la patrona mayor de Vilanova de Arousa, María José Vales, tras ver como algunas especies, caso de la japónica, se siguen cotizando a precios bastante altos en las lonjas gallegas.

"Siguen bastante altos para haber pasado una etapa como la Navidad, pero creemos que se debe a factores como el cierre de la ría de Noia y el control en la frontera a la hora de introducir marisco portugués; también a la presencia de japónica, una especie que antes apenas se capturaba en esa zona", explica Vales.

La japónica se ha convertido en la especie que lidera ese mantenimiento en los precios ya que "la pequeña se está vendiendo en la lonja de Vilanova a diez euros, una cifra que es difícil que alcance después de las fiestas".