La costa gallega constituye uno de los ecosistemas de mayor valor en el mundo por su biodiversidad, del que viven miles de pescadores y mariscadores además de una industria vinculada al mar, la gastronomía o el turismo sostenible. Pero también, al igual que la mayor parte del litoral español, "es una zona estratégica objeto de agresiones".

Así lo asegura la organización ecologista Greenpeace en un estudio que señala la principal causa: la superficie urbanizada en la costa española "se ha duplicado en los últimos 30 años" y la presión inmobiliaria continúa en esta parte del territorio. "Casi la mitad de la población española vive en la costa, aunque solo supone el 8,8% de la superficie total de España", argumenta. De las diez mayores ciudades españolas, solo Madrid y Zaragoza están fuera de la franja litoral, apunta. "Además, los millones de turistas que vienen a España incrementan el impacto humano: en 2017 se estima que llegaron casi 82 millones de turistas, una cifra récord de visitantes que prioritariamente viajan a la costa", precisa el informe.

Con tal concentración de población, en una costa con ecosistemas naturales "cada vez más mermados, se incrementan las demandas de abastecimiento de aguas, energía, transportes, y la generación de residuos sólidos, aguas residuales y gases contaminantes, que deben regenerar los ecosistemas locales. Esto deja una costa saturada e incapaz de generar los bienes y servicios necesarios para un desarrollo sostenible futuro", señala. Los ecosistemas costeros proporcionan "bienes y servicios ambientales claves para el desarrollo económico y social, como seguridad alimentaria, I+D o turismo". Greenpeace señala que también son "la tabla de salvación para adaptarnos a los impactos del cambio climático en el litoral, en un contexto de eventos climáticos extremos: generan lluvias para frenar el avance de las sequías, al tiempo que funcionan como amortiguadores de inundaciones y controlan la erosión del suelo". En este sentido concluye que "el bienestar de millones de personas depende de los ecosistemas costeros, y los bienes y servicios que nos proporcionan son básicos para el sustento de los ciudadanos". La organización ecologista señala que el 13,1% de la costa está urbanizada, frente al 2% del interior del territorio español. "Hemos destruido el equivalente a 26 campos de fútbol de superficie de costa al día durante las tres últimas décadas", advierte. Otro dato proporcionado por Greenpeace es que "el 80% de los bienes y servicios ambientales que proporciona la costa al ser humano están en recesión".

Para revertir esta situación, la organización ecologista considera "imprescindible adoptar la visión científica de que los ecosistemas son parte fundamental del bienestar humano y que contribuyen al desarrollo económico y social". "Hay que cambiar el actual comportamiento de consumo excesivo de sus recursos finitos hasta conducirlos al deterioro más absoluto, y se han de incluir como una variable clave en la toma de decisiones políticas y administrativas", señala el informe.

Alternativas

Greenpeace estima "necesario activar alternativas de desarrollo económico basadas en la conservación de los ecosistemas". "La conservación de los bienes y servicios ambientales es la piedra angular de una transición ecológica de la economía: genera empleo, reduce costes y favorece una salida de la crisis fundada en el progreso justo, no en el crecimiento ilimitado", señala.