Las lonjas de Galicia registraron a lo largo del 2019 una mayor cantidad de bivalvos comercializados en las rulas y también un aumento en la facturación generada por la venta de estos productos del mar. Durante el pasado año los centros de primera venta de la comunidad ingresaron 87,9 millones de euros, un nuevo récord. Esta cifra supera la anterior marca, registrada en 2018 „el archivo histórico se remonta a 2001„. En ese año las rulas gallegas generaron un volumen de negocio que superó los 86 millones de euros, según los datos provisionales consultados en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar. La extracción de las distintas especies de bivalvos se incrementó un 3% a lo largo del anterior ejercicio. En 2019 los puertos gallegos descargaron 9.818 toneladas, mientras que en el pasado año la cantidad superó las 9.500 toneladas.

La almeja japónica fue la que más presencia tuvo tanto en los ingresos como en cantidad descargada. Las lonjas gallegas subastaron a lo largo del pasado año 3.397 toneladas de la especie por las 3.476 de 2018, una caída del 2,3%. Los ingresos también se vieron reducidos, concretamente un 5,4%. Los centros de primera venta de la comunidad generaron un volumen de negocio que ascendió a los 30,5 millones de euros, mientras que hace dos años la cifra superó los 32,7 millones. La llegada de almeja ilegal procedente de Portugal jugó un papel en este descenso, ya que su presencia en Galicia influyó negativamente en los precios en primera venta.

El berberecho dio síntomas de recuperar su buen estado de salud tras años en los que su mortandad fue alta por el parásito marteilia. Su protagonismo aumentó en las rulas gallegas conforme su presencia en los bancos marisqueros también lo hacía. En 2019 se extrajeron en la comunidad 3.440 toneladas de este molusco por las 2.482 de hace dos ejercicios, un aumento del 38,6%. La facturación de esta especie rondó los 21,5 millones de euros „un nuevo récord ya que deja atrás los 17,8 millones de 2008„, un 39% más que en 2018, cuando la cifra fue de 15,4 millones de euros.

La cantidad de navaja que se vendió el pasado año fue similar a la de 2018. Se subastaron 557 toneladas de este recurso por las 555 de hace dos años, apenas un aumento del 0,4%. La facturación de la especie ascendió a los seis millones de euros, un 5,2% más que en 2018 cuando la cifra fue de 5,7 millones de euros.

Mínimos históricos

Dos especies de almejas registraron en 2019 sus peores cifras desde que se recogen datos. Las dársenas de la comunidad subastaron 745 toneladas de almeja babosa, la cantidad más baja desde 2006, cuando fue de 821 toneladas. Los mariscadores extrajeron a lo largo del pasado año 318 toneladas de almeja fina, la menor cuantía de este recurso ya que la anterior cifra más baja se registró en 2017, cuando se descargaron 352 toneladas de la especie.

El sector marisquero no sabe concretamente a qué se debe esta disminución en algunas especies ya que hay diversos factores que pueden influir, como el cambio climático o la contaminación de las aguas.