La presencia del erizo de mar se refuerza año a año en las lonjas gallegas, aunque lo que más llama la atención es el crecimiento económico que tiene la especie. El 2019 confirmó esta tendencia ya que los puertos de Galicia descargaron más cantidad que hace un año. Entre enero y diciembre los centros de primera venta de la comunidad subastaron 687 toneladas de estos equinodermos, un 7,4% más que en 2018 cuando la cantidad comercializada fue de 640 toneladas. Los ingresos se vieron incrementados en mayor medida, concretamente un 28% ya que el pasado año se facturaron 5,6 millones de euros por los 4,4 de 2018. Según los datos provisionales consultados en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca (dependiente de la Consellería do Mar), con estos 5,6 millones de euros las lonjas de la comunidad establecen un nuevo récord de facturación ya que supera el anterior registro más elevado, los 4,5 millones de 2017.

El precio medio del erizo de mar también alcanzó registros históricos en primera venta „los datos recopilados se remontan a 2001„ ya que a lo largo del año rozó los 8,3 euros el kilo. La anterior cifra más elevada fue la de 2018, cuando el kilo de la especie rondaba los siete euros.

La lonja de Malpica fue una de las que más impactó este crecimiento del erizo de mar. A lo largo del año anterior el puerto malpicano subastó 68,5 toneladas del equinodermo por las 42 de hace dos, un incremento del 62%. "Tuvimos un año muy bueno de capturas y de precios, ya que rondaron una media de ocho euros el kilo y en diciembre el kilo llegó a valer 20 euros", explica el patrón mayor de la cofradía de Malpica, Pedro Pérez. Lo que más aumentó en esta rula de A Costa da Morte fueron los ingresos. En 2019 se facturó medio millón de euros, el doble que hace dos ejercicios cuando la cifra fue de 231.000 euros. El dirigente del pósito malpicano señala que este dato está relacionado con la forma en que se comercializa ahora la especie. "Antes se hacían ventas directas, ahora los barcos optaron por hacer subastas. Por eso aumentó el precio", sostiene Pérez.

Para 2020, la cofradía de Malpica cuenta con diferentes cupos de extracción de erizo en su plan de explotación para cuidar el recurso y reservar más cantidad para diciembre. "Vamos a traer menos para respetar a la especie y para poder sacar un mejor precio, aunque la idea es la de no reducirlos mucho para que no afecte a los compradores", apunta Pérez.

El puerto gallego que más erizo de mar descargó fue el de Aguiño. El pasado año la lonja barbanzana vendió 96 toneladas de la especie, un 18% menos que en 2018 cuando la cantidad fue de 117 toneladas. Los ingresos disminuyeron un 5,6%: en 2019 se facturaron 750.000 euros por los 794.000 de hace dos ejercicios.

Aumento del furtivismo

Conforme fue creciendo el valor del erizo de mar también lo hacía el furtivismo. Los pescadores en A Coruña denuncian esta situación desde hace tiempo. "Hay mucha acción de los furtivos. Van a los sitios donde los extraemos y se los llevan. Los guardapescas de la cofradía no consiguen frenarlos", lamenta el presidente de la bajura del pósito coruñés, Joaquín San Miguel, que añade que es un problema que todavía no saben "cómo resolver".

Lo que más preocupa a los pescadores de la zona es que los furtivos se llevan sobre todo la cría de la especie, por lo que su futuro queda en el aire. "No sabemos qué pasará. Lo más probable es que se notará en unos años, cuando esa cría tendría que ser adulta", manifiesta San Miguel. La lonja de A Coruña subastó a lo largo de 2019 21,7 toneladas del equinodermo, un 14% menos que hace dos años, cuando la cantidad superó las 25 toneladas. La facturación aumentó un 5% (146.960 euros por los 140.373 de 2018), ya que el precio medio de la especie alcanzó los siete euros el kilo mientras que hace dos ejercicios era de 5,5 euros.