La Fiscalía de Medio Ambiente ha denunciado a Endesa SA y Endesa Generación SA por un presunto delito contra el medio ambiente y los recursos naturales por los daños causados por el embalse que la empresa eléctrica tiene en el río Eume, a su paso por el municipio de A Capela.

En la denuncia, que consta de ocho folios, presentada en los juzgados de Ferrol, el fiscal Álvaro García Ortiz hace referencia a un escrito del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, a varios informes de la Xunta y de Endesa, además de una demanda interpuesta por Ríos con Vida. Esta asociación ecologista destaca en un comunicado remitido ayer la importancia de esta denuncia que, asegura, sentará precedente ya que "es la primera vez que se inicia un proceso penal en España por la captación abusiva de aguas y la desecación de un río".

Según recoge el documento del fiscal, a finales del 2009 un particular presentó una denuncia en las dependencias del Seprona en Pontedeume en la que advirtió de que el embalse que existe en el río Eume "no cumple con el caudal ecológico establecido", por lo que solicitó que se realizasen las comprobaciones pertinentes para saber si la presa vertía el correspondiente caudal.

Para ello aportó datos de la página web de Augas de Galicia, de los que, según aseguró, se desprendía que la empresa no realizó ningún vertido de agua por el desagüe interior, y el embalse, al no encontrarse al 100% de su capacidad, tampoco aportó agua al río Eume por su parte superior.

El Seprona se puso en contacto con Endesa, que aseguró que en la concesión que posee para explotar el embalse del Eume no se establece que tenga que atenerse "a ningún tipo de caudal ecológico", por lo que únicamente se rige por la Ley de Pesca fluvial del año 1942. Señaló que la presa carece de la posibilidad de hacer aportes al caudal, así como de medirlos.

Con el objetivo de investigar esta situación, el Seprona citó a los responsables de Endesa Generación para que indicasen, en un plazo de dos días, el caudal ecológico que debe respetar la concesión, la forma de medición y el organismo de control, así como el sistema de evacuación de dicho caudal.

Los representantes de la eléctrica explicaron, según consta en el escrito del Ministerio público, que "no existe ningún dispositivo específico para la suelta de caudal ecológico", ya que en la concesión de explotación de la presa no específica "la obligación de liberar caudal ecológico alguno". Pese a esto, advirtieron de que "de forma voluntaria" hacen sueltas en dos puntos del río para que este mantenga su caudal mínimo. Manifestaron que "Endesa no tiene constancia ni por su parte ni por ninguna Administración" de la existencia de daños ambientales en este tramo del río Eume.

Tras estas afirmaciones, la denuncia indica que se solicitó información Augas de Galicia, organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, sobre las mismas cuestiones que a la firma eléctrica. El fiscal destaca en su escrito que la versión de Augas de Galicia "contradice abiertamente" la versión de Endesa, ya que "no reconoce la existencia de ningún aporte permanente sino de una fuga en la válvula del propio desagüe del fondo".

También la Consellería de Medio Rural manifestó no tener "constancia" de que, desde la puesta en funcionamiento de la presa en 1960, se haya soltado caudal ecológico a lo largo de sus cincuenta años de existencia, por lo que el tramo de 3,4 kilómetros afectado "ha permanecido seco", salvo pequeños aportes de algún arroyo existente, a excepción de los momentos en los que el embalse rebosó por el aliviadero del muro. "Ello ha provocado la pérdida del ecosistema acuático", sentenció la Xunta en su informe.

De estos escritos, la Fiscalía de Medio Ambiente concluye que "desde hace cincuenta años un tramo del río Eume no recibe un aporte constante de agua para garantizar la vida y el ecosistema en su seno". El fiscal apostilla que esta situación "es consecuencia de la existencia de la presa y de que desde la construcción de la misma no se garantiza tal aporte", tras lo que destaca que la pérdida del ecosistema acuático es un hecho "casi notorio".

García Ortiz sostiene que la Ley de Pesca Fluvial de 1992 indica que las "concesiones de aprovechamientos hidráulicos deberán en todo momento respetar el caudal ecológico necesario para facilitar el normal desarrollo de las poblaciones piscícolas" y también establece el caudal ecológico. "Nos encontramos ante un indicio de comisión de hecho delictivo (... ); podemos hacer coincidir, por un lado al establecimiento de la obligación legal, Ley de Pesca Fluvial y, por otro, al momento en que se transmite la titularidad de la explotación Endesa Generación, en 2001", concluye el fiscal.

Este periódico se puso en contacto con la empresa, que rechazó hacer declaraciones al respecto. Por su parte, Ríos con Vida valora la iniciativa de la Fiscalía de Medio Ambiente y espera que se "cuantifique el enriquecimiento ilícito" de los responsables de la presa.

La denuncia presentada por el fiscal de Medio Ambiente Álvaro García Ortiz destaca una de las obligaciones legales para las concesiones de aprovechamientos hidráulicos, "que deberán respetar en todo momento el caudal ecológico necesario para facilitar el normal desarrollo de las poblaciones piscícolas". Además incluye en su escrito un informe de la Consellería de Medio Rural, en el que asegura que el tramo del río afectado por la presa de A Capela lleva cincuenta años seco, "lo que ha provocado la pérdida del ecosistema acuático", cuestión que la Fiscalía manifiesta que es un hecho "casi notorio".

Ya en 2005 el grupo ecologista Guerrilleiros das Fragas denunció la muerte de cerca de 20.000 alevines de trucha de la Sociedad de Caza y Pesca A Venatoria de As Pontes como consecuencia de un vertido en el río Eume.

El colectivo ecologista apuntó a la empresa eléctrica como la responsable de la muerte de los peces. Para la asociación, el origen de la contaminación estaba en la central hidroeléctrica de Endesa y barajaba dos posibilidades: un producto químico de mantenimiento o las aguas contaminadas del embalse de A Capela, que llegarían al cauce del Eume al abrir las compuertas para aumentar el caudal del río. Fue entonces cuando Guerrilleiros das Fragas reclamó para el río Eume "la atención que se merece y las inversiones que necesita", tras subrayar que el vertido era una muestra más "del desprecio y falta de respeto que las grandes eléctricas tienen con los recursos naturales". También Adega exigió en 2008, tras la muerte de miles de peces en el río Eume, que se investigase la actuación de Endesa en relación a la presa para ver si podía ser la causa de la mortandad de los reos.