El Gobierno local propondrá en el pleno extraordinario de mañana acatar, por fin, la recomendación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para contribuir a disminuir el déficit público. La propuesta municipal incluye una bajada del 7% en el sueldo del alcalde, que cobra 52.524 euros.

Esta disminución supone un ahorro de 3.676 euros pero como sólo comenzará a aplicarse a partir de este mes de junio (o sea, medio año) Ángel García Seoane cobrará sólo 1.838 euros menos al finalizar el año. Al mes, entre 14 pagas, supone apenas 130 euros menos. Seoane ha acatado la recomendación de la FEMP al igual que otros regidores para no ser una excepción aunque lamenta que no se tomen medidas similares, por ejemplo, con los pluses de los altos cargos de la Xunta.

La propuesta del Ejecutivo prevé reducir los salarios de los concejales en un 6%. Tres de ellos cobran 39.000 euros al año, con lo que esta reducción les supondrá al terminar 2010 un total de 1.170 euros menos. Cinco ediles tienen 28.000 euros de retribución así que ganarán 840 euros menos al terminar este año.

Las arcas municipales se ahorrarán este año, con la bajada salarial de los cargos políticos de Oleiros, uno total de 9.500 euros, si se aprueba la propuesta del Gobierno en el pleno de mañana.

Los cargos públicos también tienen una bajada salarial, tras la reciente entrada en vigor de la nueva ley de medidas extraordinarias de reducción del déficit. Esto implica que los funcionarios y personal laboral de Oleiros cobrarán un 5% menos a partir de este mes, lo que supondrá un ahorro a las arcas municipales de 242.000 euros (el capítulo de gastos de personal suma 9,7 millones). En total Oleiros ahorrará unos 250.000 euros con el recorte de cargos públicos y políticos.

Presupuesto

El pleno incluye también en el orden del día la aprobación de la liquidación del ejercicio de 2009 y de tres estudios de detalle de urbanizaciones. El punto más importante será la aprobación definitiva del presupuesto municipal y la resolución de la alegación que presentó el sindicato UGT al ser contrario a los criterios de reparto de productividad entre el personal.