La biblioteca municipal Rialeda de Oleiros ha descubierto que el pósit no es sólo un elemento indispensable en la oficina sino que este papel pequeño, amarillo y que pega poco también es perfecto para escribir versos, canciones e incluso crear poemas visuales. Por segundo año consecutivo esta biblioteca organizó la singular iniciativa Pósit Poemas y ha recibido alrededor de 130 aportaciones de sus usuarios.

Pegados en la puerta de entrada, en las ventanas, en las paredes, en el sistema de alarma, en la escalera e incluso sobre el piano. Los pósit se han colocado por todo el interior de la biblioteca y los usuarios pueden leer y aprender con esta exposición literaria de paso que acuden a pedir un libro o usar internet.

Versos, poemas o canciones; firmados o anónimos; propios o de inspiración ajena; en cualquier idioma, pero eso sí, en un tamaño no superior a 76x76. Ateniéndose a estas condiciones, los usuarios enviaron en su mayoría versos del escritor al que este año se le dedicó el Día das Letras Galegas, Uxío Novoneyra.

Benedetti, Valente, Miguel Hernández y Saramago están presentes en estos pósit junto a una mayoría de versos de autores gallegos, algunos de las generaciones más jóvenes, como Estíbaliz Espinosa o Lupe Gómez además de Cesáreo Sánchez Iglesias, quizá el que cuenta con más poemas en esta exposición.

Entre los extranjeros se pueden leer versos de Emily Dickinson o Apollinare, e incluso Ariosto, el poeta italiano autor de Orlando Furioso. En esta iniciativa existe una importante y curiosa presencia de poemas de autores chinos con obras muy poco conocidas. Entre los más de cien pósit sólo figura una canción, Any System, de Leonard Cohen, que comienza con la frase: "Cualquier sistema que montéis sin nosotros será derribado".

Los usuarios han apostado por aportar versos de autores que admiran y pocos han compuesto unos propios aunque precisamente los de los aficionados, como Antón Souto, son de los más frescos.

Alrededor de media docena de los pósit aportados por los usuarios, sin embargo, no son versos ni canciones sino mensajes visuales, en algunos casos de difícil interpretación: un plano de lleno de pastillas de todo tipo en el que se lee que la vida es dura y te vas a morir; un batman en una colección de mariposas; o una creación estilo Damien Hirst en la que se pueden ver recetas de tortilla en tabletas o pollo en comprimidos, y que despierta la aprensión del espectador por su visión del futuro.