Archiconocido es el metrosidero del patio de la Policía Local de A Coruña. El ex alcalde Francisco Vázquez lo declaró símbolo de la ciudad. Extendida está también su procedencia y su antigüedad. Según un botánico neozelandés, un grupo de marineros gallegos y portugueses que llegaron hasta Nueva Zelanda en una de las expediciones de Juan Sebastián Elcano fue el encargado de traerlo en el siglo XVI; sin embargo en los libros de historia las islas no fueron descubiertas hasta un siglo después.

Sea como fuere, este árbol tiene un compañero mucho menos conocido en el municipio de Pontedeume: el maravillosos metrosidero excelso que se encuentra en los jardines Lombardero, situado junto al monumento de la Torre de los Andrade. Este árbol es el único de esta especie que, junto al ejemplar coruñés, forma parte del Catálogo de árbores senlleiras de la Xunta.

La villa de los Andrade puede presumir de contar en su territorio con otros dos árboles protegidos por la Consellería de Medio Ambiente, ambos situados en la Casa de los Tenreiro: una araucaria y un tejo. Pontedeume es, además, el único municipio de la comarca del Eume que ha logrado aparecer en este documento que el Gobierno autonómico publicó en el año 2007.

En él se establecen los árboles y formaciones singulares merecedoras de un ámbito de especial protección. Recoge además medidas de gestión y protección de estas especies y las infracciones y sanciones a aplicar en caso de que se incumpla el decreto.

La Xunta incluye la posibilidad de convocar ayudas encaminadas a la conservación de las especies protegidas, a su protección o mejora. Además, podrá llegar a un acuerdo con sus propietarios para considerar aspectos relacionados con el uso público de estas especies, como son el régimen de visitas y el acondicionamiento de accesos.

El Concello eumés trató de incluir en el Catálogo de árbores senlleiras varios ejemplares de Cercis siliquastrum, especie más conocida como árbol del amor y un ejemplar de cryptomeria japónica o cedro del Japón, plantados todos ellos en el jardín de Lombardero.

En 2001 encargó la redacción de una guía de árboles de la localidad, redactada por María Xosé Leira. La autora asegura que la zona reúne unas condiciones especiales que favorecen el gran tamaño de algunos árboles, al estar protegida de los vientos del sur.

Al tejo vinculado a la Casa de Tenreiro, restaurado por la Xunta hace unos años, le calculan unos 500 años de antigüedad. Se dice que bajo él llego a dar discursos el que fue presidente de la segunda República, Manuel Azaña.

Recientemente la Xunta aseguró a LA OPINIÓN que este árbol, que fue tratado de un plaga de cochinilla a lo largo del último año que le causó una importante caída de hojas y un visible deterioro, está evolucionando favorablemente y aunque, satisfecha, prefirió mostrarse cauta. "Está siendo objeto de un seguimiento y, en principio, la reacción está siendo buena", explicó la Consellería de Medio Rural tras finalizar el tratamiento realizado por técnicos de la Estación Fitopatolóxica de Areeiro.