El Consello de Contas acaba de hacer público el último informe fiscalizador de las cuentas del Ayuntamiento de Oleiros, correspondiente a 2007, y ha constatado que existe un "importante déficit de gestión". En resumen, señala que el déficit económico del municipio se debe a su elevado esfuerzo inversor y a que le fallan las previsiones de ingresos, lo que le impide ejecutar el presupuesto previsto.

De la lectura de este informe se desprende que el Concello oleirense realizó una excesivamente optimista previsión de ingresos en su presupuesto -la misma advertencia que hizo la interventora respecto a las cuentas de este año-.

Al mismo tiempo el Consello señala que el ejercicio de 2007 se liquidó con un resultado presupuestario negativo de 3,97 millones de euros pues obtuvo muchos menos ingresos de capital de los previstos y reconoció escasos derechos "lo que representa una enorme desviación". Al Concello oleirense le fallaron, fundamentalmente, los ingresos que preveía por la venta de aprovechamientos urbanísticos. Si esto era así en 2007, actualmente con la crisis económica y sobre todo del sector de la construcción la reducción de ingresos por esta causa, previsiblemente, será mucho mayor.

El organismo fiscalizador de las cuentas públicas de la comunidad autónoma subraya que en el año analizado se ejecutó "poco más de la mitad" del presupuesto definitivo y destaca "el escaso grado de realización de las inversiones reales". Si ingresa menos de lo que consignó y le fallan los ingresos que preveía de venta de aprovechamientos, lógicamente Oleiros no puede ejecutar el capítulo de inversión.

El informe deja de manifiesto que Oleiros es el tercer concello de Galicia en déficit presupuestario no financiero -con 3,2 millones-, por detrás de Miño -con un récord de 5,6 millones- y Sanxenxo -3,4 millones-.

Del análisis del Consello de Contas se desprende que el Ayuntamiento de Oleiros realiza un elevado esfuerzo en inversión, el mayor en comparación con concellos de similar población; y también es el que más financia sus inversiones con fondos propios, sin depender de otras administraciones. Pero tiene un nivel de gasto fijo elevadísimo: mucho personal y un enorme número de infraestructuras -Casas do Pobo, piscinas, pabellones, jardines-.

Oleiros, por otra parte, es también el concello que menos transferencias y subvenciones recibe. Por eso si le fallan los ingresos, como en 2007, no puede ejecutar el presupuesto previsto.