Guísamo no era ayer la única localidad en la que los vecinos se mostraban consternados por lo sucedido el pasado sábado en el lugar de Sobredaigrexa. Aunque los dos hermanos residían en Bergondo desde hace años, eran naturales de la parroquia de Alto Xestoso, en el municipio de Monfero.

Durante un tiempo, Amador Lorenzo y María Emilia Seijas Viñas vivieron con su madre en el lugar de Leireta, en Santabaia (Alto Xestoso), donde nacieron y donde tenían tierras arrendadas. Más tarde, se trasladaron a los terrenos anexos a la capilla de Santabaia, en el lugar de A Torre, aproximadamente en el kilómetro 26 de la carretera que une Xestoso y Momán, en el municipio lucense de Xermade.

Amador Lorenzo emigró y, a su regreso, puso en marcha la parrillada situada en el cruce entre la N-VI y la carretera a Ferrol. "Estuvo en Bélgica, algo en Suiza", recordaba ayer un antiguo vecino. Su hermana, a la que en Alto Xestoso recuerdan como una señora "muy inteligente, que se hacía entender muy bien por señas", estuvo algún tiempo con su madre en Santabaia, pero luego se fue a vivir a Ferrol con una hermanastra. Su madre no había fallecido todavía, según recuerdan en la parroquia monferesa.

Sus antiguos vecinos en Xestoso aseguran que Amador Lorenzo, que acostumbraba a viajar los fines de semana a ese lugar, "la fue a buscar luego a Ferrol y se la llevó a vivir con él a Bergondo". Hace años, el Ayuntamiento de Monfero se puso en contacto con la familia para comprarle los terrenos y la casa que levantaron junto a la capilla de Santabaia, en Alto Xestoso, para habilitar en ellos el actual campo da festa. "Sólo se quedaron con un pequeño caseto", recuerda un vecino.

En Monfero tampoco comprendían ayer que había podido suceder para que el vecino que trabajó por forjarse un futuro en el extranjero y más tarde en A Coruña y Bergondo, sobre todo en negocios relacionados con la hostelería, hubiese decidido matar a su hermana y quitarse la vida.