'Macrobotellón' versus romería

A pesar de la campaña promovida por el Concello bajo el título Conserva a tradición, la primera jira de Os Caneiros, declarada de Interés Turístico Nacional, se convirtió de nuevo el miércoles en un macrobotellón al aire libre. No todo son pandillas de jóvenes regados en vino, pero sin duda son mayoría y logran imponerse a quienes realizan la travesía en barco por el Mandeo con comida, música y buena compañía. Ellos también llevan vino, pero da terra, del que no se desperdicia ni una gota.

La mayor parte de los jóvenes llegan a Os Caneiros a pie, por la pista cercana al coto de Chelo. Sus ansias de fiesta y pistolas cargadas de bebida, sobre todo de tinto, hacen que los más tranquilos, no sólo familias y mayores, declinen saltar siquiera al campo y que los que remontan el río en barca desistan de atracar. De ahí que ya no se vean manteles en el suelo y gaitas, como en las romerías de antes.

La fiesta de Os Caneiros tiene dos caras. Contenta a la juventud y todavía ofrece a quienes añoran la tradición la posibilidad de realizar una tranquila travesía en barco. En los últimos años, el Concello optó por reforzar el dispositivo de seguridad, pero a pesar de esta medida y de los folletos y camisetas impresas con el lema Conserva a tradición, no ha logrado que la romería vuelva a ser lo que era. La próxima jira, que acostumbra a ser más tranquila, será el 25 de agosto.