El nuevo colegio de Arteixo ha sancionado a una alumna musulmana de once años por negarse a quitarse el velo en el aula. Como castigo, el centro educativo la ha privado temporalmente de las actividades extraescolares y complementarias, entre las que se incluyen las excursiones. La directiva del colegio ha aplicado a esta estudiante de sexto de Primaria la sanción por incumplir una de las normas de su recién aprobado reglamento interno. En concreto la que exige a los alumnos que, "por respeto a los demás", mantengan la "cabeza descubierta" en las clases. "No se permitirán boinas, viseras, pañuelos en la cabeza, ni otras prendas que la cubran", recoge la normativa, que fue aprobada de forma unánime por el Consello Escolar el pasado 13 de diciembre.

La niña estudió hasta el pasado curso en el colegio vecino, el Ponte dos Brozos, que no incluye esta prohibición en su reglamento interno. La directiva del nuevo colegio recalca que el uso del velo "sólo está prohibido en el aula" y que no pretende discriminar con ello a ningún colectivo. "No tenemos ningún problema en que lo lleve en el recreo", explicaba ayer el jefe de estudios, que recalca que la normativa se le aplica "a todos por igual". "Nos da igual que sean musulmanes, judíos, ateos o cristianos", defendía ayer el docente.

La comunidad educativa de este colegio ha sido la única de Arteixo en prohibir el uso del hiyab en las aulas. Su decisión, que fue aprobada unánimemente por los directivos, docentes, padres y responsables municipales representados en el Consello Escolar, ha sembrado la polémica en el municipio que acoge al colectivo musulmán más nutrido de Galicia.

El resto de los colegios de Arteixo no tiene previsto seguir los pasos del nuevo centro. La directiva del Ponte dos Brozos, situado a escasos metros del que ha sancionado a la pequeña, aseguraba, en cambio que, al menos de momento, "ni se plantea" esa posibilidad. "Nunca se ha debatido", explican.

La medida ha sembrado el malestar entre al menos una parte del colectivo musulmán. El padre de la pequeña se reunió con el equipo directivo del centro tras serle notificada la sanción. "Nos dijo que no entendía la norma", relató ayer a este diario el jefe de estudios, "y le explicamos que no es nada contra el velo, que se trata de imponer unas normas en la forma de vestir en las aulas, nada más. Prohibimos el velo como tampoco permitimos a los niños llevar visera, por ejemplo".

Sus razones no convencieron al padre, que exigió primero que revocasen la prohibición y, después, que levantasen el castigo a la pequeña. La negativa del centro llevó al progenitor a acudir con su hija el pasado jueves al colegio en horario de tarde para reclamar que le permitiesen acudir a una actividad complementaria, en concreto una grabación en Vigo. Pero la directiva no accedió. "La normativa es para todos los alumnos, sin excepciones", argumentaban ayer desde el colegio.

La comunidad de la mezquita Abou Baker y la asociación de inmigrantes rehusaron hacer declaraciones hasta consensuar las medidas que tienen previsto adoptar con respecto a este asunto.

Decisiones como la de permitir o no llevar el velo en las aulas las aprueba de forma independiente el Consello Escolar de cada centro. Y parece que así seguirá siendo. El borrador del anteproyecto de la Ley de Convivencia el Gobierno gallego sólo marca unas pautas de convivencia y deja en manos de los centros la mayor parte de las normas a este respecto. Cada colegio decidirá tras su aprobación si permite o no llevar la "cabeza cubierta".

Los mediadores culturales consultados por este periódico difieren a la hora de calificar esta prohibición. Aún así, la mayor parte coincide en apelar a los riesgos que pueden derivarse de la aplicación estricta de esta medida. Según explican, a los alumnos de Infantil y Primaria les resulta difícil entender este tipo de normas, sobre todo en casos que relacionan directamente con su religión. "Puede entender que la rechazan por ser musulmana", advertía ayer una mediadora consultada.

Ni el Concello se pone de acuerdo a la hora de calificar la normativa. Por lo de pronto, ha tensado la relación entre los dos grupos que componen el bipartito. La alcaldesa, Pilar Souto (PSOE), criticó a su socio y representante en el Consello Escolar, Xosé Márquez (TeGa), por aprobar "por su cuenta" una normativa "de esas características sin antes consultar". Mientas que Souto considera "excesiva" la norma, Márquez la defiende: "Dentro del aula hay que respetar unas normas y son para todos igual".