"No nos ofrecen ninguna solución", lamentaba ayer Redouane Hakim, el padre de la alumna musulmana de sexto de Primaria sancionada por llevar velo en el aula. El progenitor de esta niña de once años, que ha sido privada temporalmente de las actividades extraescolares y complementarias, se reunió ayer con el director y el jefe de estudios del nuevo colegio de Arteixo para intentar alcanzar un acuerdo. No fue posible.

"Hoy volvió a clase con el velo", informaba ayer el jefe de estudios, que mantiene que el centro se limita a cumplir lo estipulado en su reglamento interno. Sin excepciones. La directiva remitió una carta a la familia el pasado 1 de febrero en la que advierte de que "la reiteración de faltas leves se considera como falta grave, que se tratará en un Consello Escolar extraordinario".

El reglamento interno recoge que las infracciones graves pueden ser penadas con la expulsión del centro entre tres días y un mes. Otra posible sanción sería la suspensión del derecho a transporte escolar o de asistencia a determinadas clases. La normativa incluye también el cambio de centro y la realización de tareas en horario no lectivo entre las posibles correcciones aplicables para faltas graves.

Los padres de esta alumna se reunieron ayer con la alcaldesa, Pilar Souto (PSOE), que pretende mediar en este asunto. La regidora se mostró partidaria de revisar el reglamento del centro y anunció que los servicios jurídicos ya revisan la normativa, que "regula asuntos de competencia municipal". "Deberían sopesar los pros y contras de esta norma en concreto", sostiene Souto, en alusión a la cláusula que dice que "por respeto a los demás (...) en las aulas se mantendrá la cabeza descubierta y no se permitirán boinas, viseras, paños en la cabeza ni otras que las cubran".

La postura de la regidora contrasta con la de sus socios en el Gobierno local. El portavoz de TeGa, Xosé Márquez, que es a su vez el representante municipal en el Consello Escolar, no sólo votó a favor de esta cláusula, si no que defendió la sanción a la alumna musulmana. "Las normas están para cumplirlas y para todos por igual", sostuvo.

La concejala de Educación, Rosario Figueiras (TeGa), coincide con él. La edil cuestionó la postura de la alcaldesa y defendió la independencia de cada centro para redactar su reglamento. "El Concello no tiene nada que decir, no tiene potestad para mediar en este asunto. Se trata de algo que compete exclusivamente al Consello Escolar", defendía Figueiras, que no ve "nada polémico en la norma". "No le veo tintes racistas para nada, sólo obliga a llevar la cabeza descubierta en el aula", argumenta.

Aunque "a título personal", la edil de TeGa fue la única de pronunciarse abiertamente sobre el hiyab. "Aquí la gran perjudicada es la cría, porque dudo que hayan consultado con ella si quería llevar el velo", sostuvo y continuó: "Además, el velo no es un símbolo religioso, nació para distinguir a las mujeres dignas de las no dignas, tanto hablar de igualdad...".

El resto de los sectores implicados pasan de puntillas sobre este asunto. El presidente de la ANPA, el equipo directivo y el representante municipal en el Consello Escolar niegan que la normativa esconda razones de tipo religioso o moral. Tampoco consideran que pueda vulnerar los derechos fundamentales del alumno, ni atentar contra su libertad de credo y religión. "Se prohibe el velo en el aula igual que se prohiben las viseras", defienden.

El Consello Escolar mantiene además que la controvertida cláusula no entra en contradicción con los derechos del alumnado que estipula su reglamento interno. Ni siquiera con ese que ampara "su derecho a su libertad de conciencia, convicciones religiosas, morales e ideológicas".

El nuevo colegio de Arteixo es el único que incluye en su reglamento esta controvertida norma y el primero de Galicia en sancionar a una alumna por llevar el hiyab en el aula. De momento, el resto de los centros de este municipio, que acoge a la mayor comunidad musulmana de la comunidad autónoma, se muestran reacios a seguir sus pasos.