El Grupo de Acción Costera (GAP) Golfo Ártabro, que gestiona los fondos europeos para la diversificación socieconómica de la pesca en el tramo de costa que va de Narón a Arteixo, exceptuando la ciudad de A Coruña, acaba de finalizar en Lorbé sus jornadas sobre la puesta en valor del patrimonio cultural marítimo y trabaja en la búsqueda de nuevas alternativas en tierra para los trabajadores del mar, cuyo trabajo depende en gran medida de las condiciones meteorológicas y los paros biológicos.

Según explica el gerente de la entidad, Federico López, lo que se pretende es que marineros, mariscadoras y rederas, entre otros, puedan completar sus ingresos con ciertos trabajos en tierra, para lo que es necesario facilitarles nueva formación, uno de los objetivos que perseguían las jornadas sobre valorización del patrimonio marítimo. Los asistentes a estos encuentros, un total de cuatro, pudieron aprender así de Manuel, "el último artesano de la carpintería de ribera del Golfo Ártabro", cómo se fabrica una embarcación tradicional o escuchar de boca de las propias rederas cuáles son sus principales problemas, entre los que se encuentra el intrusismo laboral que sufren por parte de jubilados que no cotizan por esta actividad y bajan los precios y el poco interés que los jóvenes muestran por este oficio. Tanto Manuel como las rederas tienen su base en el puerto oleirense de Lorbé. También se organizó una mesa redonda sobre el uso de las embarcaciones tradicionales como recurso turístico y otra sobre pasado, presente y futuro de la gente del mar. En esta última, el patrón mayor de la cofradía de Mera explicó algunos de los problemas a los que se enfrentan los pescadores. Como resume el gerente del GAP, les preocupan la falta de pesca, las vedas, las cuotas de captura y una normativa "que les puede acarrear una multa si regresan, por ejemplo, más tarde de la hora límite". "Concluimos que de seguir así, el de pescador será un oficio a desaparecer", advierte López.

La creación de una reserva marina como la de Lira (Carnota) le parece una idea interesante, pero opina que la iniciativa "tiene que partir del sector". Para ver otros ejemplos han viajado al delta del Ebro y la zona del cabo de Creus. "Es necesario tener una visión integral, implicando también a los sectores náutico y turístico. Tenemos bateas, bancos marisqueros, empresas punteras como Porto Muíños... La idea es crear paquetes turísticos en los que empezaremos a trabajar a finales de año", explica. También aclara que los fondos se pueden invertir en proyectos "que mejoren los ingresos de las unidades familiares", ya que el objetivo es fijar población en las zonas costeras, por lo que invita a todo aquel que tenga un proyecto interesante, "incluso promotores externos que puedan contratar a la gente del mar o su familia", a ponerse en contacto con el GAP.