Los clientes de Audi podrán personalizar sus coches aún más en el futuro, gracias a un innovador proceso de aplicación de símbolos o motivos decorativos.

Con la edición especial #2 del Audi Q2, la marca de los cuatro aros ofrece por primera vez este innovador proceso de personalización en un coche de gran volumen de producción. Un haz de material abrasivo realiza una fina incisión en la capa superficial de la pintura, creando una imagen mate. De esta manera se puede grabar cualquier patrón sobre el metal con total precisión, y con una gran resistencia a la abrasión.

Audi es el primer fabricante en ofrecer a sus clientes este tipo de individualización. El nuevo proceso patentado por la marca de los cuatro aros ha sido desarrollado por el equipo de Desarrollo Tecnológico de Audi en la factoría de Ingolstadt. En el primer paso, un empleado coloca una plantilla realizada con una fina película plástica directamente sobre el componente ya pintado, en este caso un sideblade del Audi Q2.

Un sistema especialmente desarrollado rocía el componente al vacío, de forma similar al proceso de limpieza de piezas mediante chorro de arena, con un fino polvo de partículas de vidrio. Esto permite eliminar unas milésimas de milímetro de la capa superior de laca de la pintura, y la suaviza ligeramente. La diferencia que se crea en la estructura de la superficie permite que el motivo destaque claramente tras retirar la plantilla.

La edición especial #2 del Audi Q2 presenta una superficie con un gran patrón de cruces. Los clientes en Alemania pueden solicitar esta edición especial, que se ofrecerá de forma progresiva en otros mercados. Cada superficie pintada del vehículo, ya sea exterior o interior, puede individualizarse de esta manera.

A principios del verano de 2016, Audi aplicó por primera vez esta técnica en una serie limitada de 24 unidades, la edición "selection 24h" del Audi R8 Coupé V10 plus, como tributo a los éxitos en competición del Audi R8 LMS, que llamaba la atención por su logotipo "R8" en los sideblades de CFRP. Prácticamente todo el proceso se realizaba a mano.

Desde entonces, el proceso se ha mejorado, automatizado y acelerado: para aplicarlo en el sideblade del Audi Q2 apenas se necesita un minuto. Los trabajadores del taller de pintura de Audi en Ingolstadt pueden ahora aplicarlo también sin dificultad en componentes más grandes.