Cuando estamos pensando comprar un coche nuevo, uno de los datos en los que siempre nos fijamos es en el consumo y sus emisiones. En la mayor parte de las ocasiones, y por nuestra cuenta, siempre le subimos un poco a lo que nos indica el catálogo para hacernos una idea más o menos ajustada de lo que nos puede consumir el coche que tanto nos gusta. El nuevo sistema WLTP ajusta un poco más los valores a la realidad, pero siempre nos cuesta ajustarnos a ellos.

Sin embargo la realidad es totalmente diferente, y ALD Automotive se ha encargado de demostrarlo en su cita anual con el "Ecomotion Tour", que este año alcanzó su décimo segunda edición. La compañía indica en sus bases que "El objetivo de los participantes es reducir porcentualmente el consumo medio podnerado homologado reflejado en el Certificado de Conformidad. Algo que parece complicado ya que las marcas suelen ajustar en estos certificado pero, que tras realizar la prueba, es realidad.

Para igualar más las condiciones de todos los participantes, veinte marcas y veintisiete vehículos en sus distintas modalidades, la organización equipa los mismos neumáticos en todos los vehículos, sella los depósitos para evitar la picaresca, y el control de pasos y tiempos corrió a cargo de la Real Peña Motorista de Vizcaya. La competición se extendió durante dos días divididos en dos etapas, separadas en cuatro tramos. El itinerario incluyó autovías, calzdas convencionales de un carril y carreteras en población. Cada equipo lo formaban un representante de la marca y un periodista del motor, en este caso de LA OPINIÓN A CORUÑA.

Antes de tomar la salida, lo primero es repartir el equipaje en el vehículo de forma equilibrada para que nada se mueva, y es que en este tipo de competición hay que aprovechar al máximo todas las energías. Evidentemente, si de consumo de habla, hay que olvidarse del aire acondicionado y, en esta ocasión, el tiempo acompañó para no vivir situaciones de angustia y extenuación.

La prueba es a la vieja usanza, olvidándonos del navegador, y utilizando un libro de ruta en donde se ofrecen todo tipo de indicaciones para cumplir el recorrido, velocidad, dirección, tiempo y hora de paso por los controles. El Honda CRV competía en el apartado de vehículos híbridos, compitiendo con rivales duros como el Mercedes Benz Clase E 300 DE, el Mazda 3 2.0 G-Senith Skayactiv G o el Totoya Corolla 125H. El recorrido fue exigente, ya que se subieron puertos como el de Guadarrama, Navacerrada, Canencia o el Puerto de los Leones. Sin lugar a dudas fueron los momentos más duros de las pruebas, con rampas que en algunos momentos superaban el 7% y que obligaban a llevar al coche al límite para que los consumos no se dispararan y pudiéramos mantenernos en el grupo de cabeza para optar a la victoria final. En las bajadas, el Honda CRV rentabiliza al máximo las levas del volante que permiten aprovechar al máximo la regeneración de la frenada, con lo que se consigue cargar de forma rápida la batería para utilizarla el mayor número de veces posible y evitar el consumo de combustible. Pero no todo era evitar el consumo, ya que el recorrido había que hacerlo dentro de unos tiempos fijados, penalizando al máximo no entrar en el minuto fijado. Por si la condiciones de la prueba no fueran duras, la presencia de vehículos pesados, y accidentes en la vía complicaron en varias ocasiones poder llegar a los controles en los tiempos fijados, por lo que en la primera jornada se anuló un sector, y en la segunda otro. A medida que se acercaba el final de la prueba, todos los participantes ajustaban su conducción para subir al podio.

El Honda CRV conducido por Julio Klein, de Honda, y Raúl Rodríguez, de LA OPINIÓN A CORUÑA, logró la victoria en la categoría de híbridos con una reducción del 27,54%; mientras que la victoria fue para el Ford Focus Ecoboost 125, que logró rebajar el consumo de carburante un 34,01% frente a la ficha del fabricante. ALD hará una reforestación equivalente a la compensación de emisiones que se han emitido por los participantes.