Ferrari fusiona la artesanía tradicional italiana y japonesa en una unidad del Roma única elaborada por el departamento Tailor Made, un programa exclusivo para aquellos que desean personalizar cada detalle de su Ferrari y crear unvehículo único.

Esta unidad nace de la propuesta de Ferrari a Evan Orensten y Josh Rubin, fundadores de Cool Hunting, una prestigiosa publicación norteamericana independiente dedicada al diseño, cultura y tecnología, para personalizar un Ferrari Roma. Esta petición llegó con ambos diseñadores recién aterrizados de un viaje de exploración por japón, de donde se empaparon de la cultura artesanal nipona.

De ahí que el llamativo color azul del Roma Taylor Made luzca en el tradicional color índigo, que se elabora a partir de un sistema artesanal. El bautizado Indigo Metal, que se utiliza exclusivamente en esta unidad, acentuando las líneas del coche mediante reflejos y sombras. En el interior, el color azul índigo también se encuentra en las telas sakiori de los asientos y las alfombrillas, además de en el techo.

El sakiori es una de las técnicas de reciclaje más antiguas del mundo. Data del siglo XVIII, cuando el algodón y la seda solo eran accesibles para la nobleza y las grandes fortunas de Japón. Los kimonos ya deteriorados se desmontaban, la tela se cortaba en tiras y se volvía a confeccionar con hilos nuevos para crear un tejido cálido, confortable y duradero. La palabra procede del japonés saku (rasgar) y oru (tejer).

Para los asientos se utilizaron dos kimonos antiguos fabricados originariamente en Amami Oshima, una isla del archipiélago meridional de Japón. Uno los kimonos de aproximadamente 75 años de antigüedad teñido de índigo y otro de unos 45 años teñido tanto de índigo como del famoso tinte Amami Oshima Tsumugi a base de barro. En lugar de entrelazar las hebras del kimono con algodón o seda como dicta la tradición, se trenzaron con nailon de alta resistencia para asegurar la durabilidad que requiere este material aplicado al interior del vehículo.

El techo del Ferrari Roma Taylor Made está compuesto por dos pieles teñidas de índigo de Asai Roketsu, de Kioto. Una con un exclusivo color plano diseñado a tono con la composición cromática del coche, y la otra pintada a mano con el método roketsu, que se remonta al siglo VIII. Se trata de un método de tinción a la cera que forma intrincados patrones repetidos con un solo color y que solía utilizase para decorar la seda o el algodón de kimonos y obis. Las pieles se enviaron después a Italia, donde los artesanos italianos las cortaron en cintas y las tejieron a mano en un proceso denominado ‘intreccio’ para formar una obra artística elegante y única.

Un detalle muy llamativo de este modelo es que las manillas de las puertas están envueltas firmemente en bandas de cuero negro tejidas a mano en homenaje al tsukami, el antiguo arte de envolver las empuñaduras de las katanas. Otros elementos que llaman la atención son los acabados en cobre del cambio de marchas y las palancas del Roma realizados en Japón con la técnica que se utiliza para hacer las latas de cobre para el té. También se han diseñado en este color el perfil del habitáculo doble, las llantas y el ‘kamon’.

El blasón de la placa de identificación del Ferrari Roma Taylor Made ubicada en el reposabrazos central y los largueros de las puertas, es un ‘kamon’ hecho a medida, símbolo que pasaba de generación en generación en la cultura japonesa. Diseñado por Kyogen, representa una rueda de una carreta de bueyes (transporte popular entre los aristócratas durante el periodo Heian, 794-1185) combinada con los ocho pistones del motor V8 del Roma para formar los radios.

En este modelo se demuestra que la tradición no está reñida con las prestaciones, ya que el Roma monta el motor V8 sobrealimentado de 620 CV, perteneciente a la familia de propulsores vencedora del «International ‘Engine of the Year’ durante cuatro años consecutivos.