Citroën sorprendió en 2021 con el C5 X, una nueva aproximación al segmento de las berlinas pero con un enfoque totalmente nuevo gracias a un concepto de coche que mezclaba características de los SUV con otras de las berlinas y los familiares. Tras su llegada al mercado, la firma de los chevrones vuelve a recurrir a esta silueta con el nuevo C4 X, una propuesta en la que tiene grandes expectativas.

A diferencia del C5 X, que corona la gama de la marca francesa, el C4 X, que se producirá en la fábrica de Stellantis en Villaverde, Madrid, se posicionará entre el C4, su segundo coche más vendido en España y el mismo C5 X en su gama, por lo que espera “que contribuya significativamente al crecimiento de ventas y a la expansión de la marca en mercados internacionales” como el chino.

Tendrá versión eléctrica

Basado en la misma plataforma, la CMP, que el C4, también ‘made in Spain’, el C4 X llegará de inicio con una versión eléctrica, que se ofrecerá como única opción disponible en mercados como el alemán, el portugués o el británico, entre otros. En este caso, montará el conocido motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y 260 Nm alimentado por una batería de 50 kWh de capacidad para una autonomía máxima de 360 kilómetros. El ë-C4 X podrá recargarse a una potencia máxima de 100 kW en corriente continua para una carga al 80% en 30 minutos y a un máximo de 11 kW en corriente alterna, necesitando siete horas y media para alcanzar el 100% en un cargador wallbox de 7,4 kW de potencia.

Para mercados como el español y determinados mercados europeos, de Oriente Medio y África, Citroën añadirá a la oferta dos motores de combustión, todos de gasolina, adaptados a la normativa de emisiones de cada región. Estos propulsores PureTech de tres cilindros entregarán 100 o 130 CV y la opción más potente se asociará a una caja de cambios automática de ocho relaciones EAT8. Además, en unos pocos mercados no especificados se añadirá un motor diésel BlueHDI de 130 CV con transmisión automática.

Máxima conectividad

Además de su diseño exterior, una de las grandes novedades del C4 X y el ë-C4 X es la nueva generación del sistema operativo MyCitroën Drive Plus, visto ya en el C5 X. Este sistema, gestionado a partir de la pantalla flotante de 10 pulgadas que corona el habitáculo -con un diseño prácticamente idéntico al del C4-, es totalmente personalizable a partir de un sistema de ‘widgets’ parecidos a los que podemos usar en los móviles.

El sistema cuenta con la función de control por voz ‘Hola Citroën’, navegación TomTom y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, opcionales a través del paquete de servicios Citroën Connect Services, que añade una aplicación móvil My Citroën para la gestión del vehículo en remoto, con opciones específicas para el eléctrico y actualizaciones inalámbricas para el navegador. La propuesta digital la redondeará un cuadro de instrumentos digital.

En cuanto a la seguridad activa, el Citroën C4 X y el ë-C4 X ofrece las funciones más habituales, como la frenada de emergencia, la alerta de riesgo de colisión, el asistente de conducción en autopistas -un sistema de conducción autónoma de nivel dos-, el control de crucero adaptativo, el detector de ángulo muerto, la alerta de atención del conductor o el reconocimiento de señales, entre otras. También estará disponible el sistema Head-Up Display, la cámara de visión trasera y la cámara de 360 grados.

Además del despliegue digital, Citroën promete un habitáculo amplio gracias a sus 2,67 metros de distancia entre ejes y 1,80 metros de anchura. Los asientos Advanced Comfort son, como siempre, los protagonistas garantizando una de las experiencias más cómodas del mercado, gracias también a los Amortiguadores Progresivos Hidráulicos, otro de los sistemas desarrollados por la marca para maximizar el confort a bordo. Entre los materiales disponibles, Citroën ha anunciado la presencia del cuero Alcántara, propio de coches premium. El maletero, de 510 litros de capacidad, se sitúa entre los más grandes del segmento, y se suma a los 16 compartimentos de carga disponibles por todo el interior con 39 litros de capacidad entre todos.

Entre una berlina y un SUV

Con todo, sin duda lo más disruptivo del C4 X es su carrocería, que, como ya hizo el C5 X, mezcla elementos de los SUV, como su altura, con características de las berlinas, como un diseño más dinámico y elegante. Con 4,60 metros de largo, este vehículo destaca por un frontal muy reconocible, con la doble firma lumínica -con tecnología LED- vista en el C4 o el C5 X y las formas redondeadas tradicionales de la marca, para luego fluir hasta la zaga en una propuesta mucho más limpia y dinámica.

De perfil llama la atención la caída del techo, que va desde el parabrisas hasta un pequeño spoiler trasero situado sobre los grupos ópticos traseros LED, situados a ambos lados del portón del maletero, que se extienden hasta los lados. Citroën reconoce que este enfoque fluido y limpio responde a la voluntad de reducir la resistencia aerodinámica para ganar autonomía en su versión eléctrica y reducir el consumo de sus motores de combustión, situando su coeficiente aerodinámico en 0,29, una buena cifra. Detalles típicos de la marca, como los paneles Airbump, se suman a las protecciones y las molduras en color negro que recorren toda su silueta aportando cierto espíritu aventurero más típico del segmento SUV. De hecho, las hereda del C5 Aircross.

Tras la buena acogida del C5 X, Stellantis apuesta decididamente por este tipo de carrocería. Y no solo lo hace con Citroën, que contará tras la llegada del nuevo C4 X con dos propuestas de este tipo, sino que ha trasladado el concepto a Peugeot con el nuevo 408.