Si pensabais que el lío entre Elon Musk y Twitter había terminado cuando el sudafricano, y consejero delegado de TeslaTesla, anunció que se echaba para atrás por discrepancias con el número de cuentas falsas en la red social estáis muy equivocados. El magnate sudafricano se enfrenta ahora a un proceso judicial cuyo desenlace es muy incierto. Desde Twitter consideran que Musk incumplió el contrato y reclaman que el empresario lo cumpla y compre la plataforma. Musk, ante esta situación, se está preparando para cualquier decisión y ha vuelto a vender acciones de Tesla para acumular liquidez.

Recapitulemos, Elon Musk cerró un acuerdo por 44.000 millones de dólares para la compra de Twitter el pasado 25 de abril, iniciando un proceso de negociaciones de los que debía salir la operación final. Durante las semanas siguientes, Tesla se desplomó en bolsa porque los inversores temían que Musk dejara de lado la empresa o se despojara de sus acciones para hacer frente a la compra, ya que la fortuna del sudafricano no es líquida, sino que está repartida en acciones e inversiones varias. A principios de julio, alegando que las cifras de cuentas falsas y bots otorgadas por Twitter eran inexactas, Musk se echó para atrás entendiendo que fue la red social la que incumplió su contrato.

Twitter quiere que Musk compre la plataforma

Poco después, Twitter demandó a Elon Musk para forzarlo a completar la transacción y confirmando sus cuentas de cuentas falsas. Ambas partes se verán las caras en un juicio que arrancará el 17 de octubre y, aunque no será tan mediático como el de Johnny Depp y Amber Heard, puede tener consecuencias muy importantes sobre Tesla, porque gran parte de la fortuna de Musk tiene forma de acciones de Tesla.

La última venta de acciones supone para el sudafricano una inyección de 6.900 millones de dólares más que se suman a los ingresos de las otras ventas que lleva haciendo desde abril y que, juntas, suman 32.000 millones de dólares, acercándose a los 44.000 que ofreció por Twitter en abril. “En el (espero que improbable) caso de que Twitter fuerza el cierre del trato y algunos socios no ayudan, es importante evitar una venta de emergencia de acciones de Tesla”, se justificaba Musk en Twitter por la última venta. En los comentarios de esta publicación, el CEO de la marca de coches eléctricos afirmaba rotundamente con un “sí” que compraría de nuevo sus acciones si el juicio dictamina que no debe comprar Twitter.

Elon Musk, que planea crear su propia red social si el lío de Twitter le termina saliendo bien, sigue siendo el accionista mayoritario de Tesla con un poco menos del 15% de la compañía, lo que se traduce todavía en 138.355 millones de dólares. Durante los cuatro días en los que Musk vendió esta última oleada de acciones, entre el 5 y el 9 de agosto, las acciones de la marca cayeron un 8,20% hasta los 850 dólares por título.