Cerrada la puerta, abierta una ventana. Porque lo que parecía terminar con la disolución de la compañía donde trabajaban, supuso en realidad para Elías Valcárcel y Jesús de la Calle comenzar un negocio que el año pasado ingresó en torno a 2,5 millones de euros. En 2022, la facturación se dirige hacia los 4 millones, se ha convertido en una pieza clave en varias capitales latinoamericanas y puede ser masivo en también en Europa en poco tiempo.

La tecnología de Neural Labs ayuda en Buenos Aires (Argentina) a que la secretaría pública que se encarga de la seguridad vial detecte vehículos viajando en contra dirección o bloqueando cruces; en Medellín (Colombia), a que la policía encuentre un coche que acaba de raptar a un niño; y en Bogotá (también Colombia), a medir cuantos coches, bicicletas, patinetes o personas pasan por una vía en concreto. Aquí, en Barcelona, donde nacieron y tienen su sede, son ellos quienes controlan -desde el punto de vista técnico- el cumplimiento de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). "Y oficiosamente hemos ganado unos cuantos [concursos] más: si todo va bien, media España llevará Neural", confiesa la compañía. 

Esta empresa vende cámaras y sistemas asociados a ellas que permiten todo esto y mucho más. "Nuestra idea era vender tecnología un poco desnuda: un trocito de tecnología neuronal, de redes de inteligencia artificial… pero vimos que el cliente quería productos acabados: que le hiciéramos un traje a medida", recuerda Valcárcel, cofundador y consejero delegado de la compañía. Tan de la mano pasaron a trabajar con sus clientes, que ahora están en contacto constante con la policía y que tienen incluso intermediarios que se llevan comisión por cada multa que se cobre gracias a ello.

La joya de la corona

América Latina es la joya de su negocio. Allí llegaron poco después de abrir la empresa, proporcionando 400 cámaras a la policía de Colombia y en distintas ciudades de México. Allí les acaban de adjudicar la instalación de 100 cámaras en Medellín (que quiere llegar en realidad a las 1.500). Y allí, unos 17 años después de arrancar, tienen oficinas en México, Chile, y acaban de abrir otras dos en Argentina y Colombia.

"Cuando hicimos la primera web, enseguida vimos que todo el interés venía de América Latina", justifica Valcárcel, defendiendo, de paso, que es un mercado con mucho potencial aquí y muy poco aprovechado. "Esta tecnología tiene mucho impacto porque se salvan muchas vidas con esto: aquí, en España y en Europa, estamos en otra fase, pero allí el beneficio es enorme", explica.

En Europa, el filón es otro. Uno que descubrieron casi de casualidad. "Tras 20 años leyendo matrículas -continúa- hubo un momento que decidimos hacer cosas que estuvieran alineadas pero que se salieran un poco de lo que hacíamos, así que abrimos la visión a patinetes, bicicletas o personas, y estamos ganando concursos para contar patinetes o hacer estudios de distribución de tráfico".

Al entrar en este terreno se encontraron con que, más allá de los departamentos de seguridad o tráfico con los que lidiaban habitualmente, había un tercero al que podían servir tanto o más: el de movilidad. "Ahora estamos facturando mucho de departamentos de movilidad cuyo afán es entender y medir", profundiza el directivo. "Ellos hacen maravillas si tu les dices por días, horas o semanas cuantos coches, bicicletas o personas pasan por una vía, salen por una salida o giran por una esquina", detalla.

"Cuando hicimos la primera web, enseguida vimos que todo el interés venía de América Latina", justifica Valcárcel, defendiendo, de paso, que es un mercado con mucho potencial aquí y muy poco aprovechado. "Esta tecnología tiene mucho impacto porque se salvan muchas vidas con esto: aquí, en España y en Europa, estamos en otra fase, pero allí el beneficio es enorme", explica.

En Europa, el filón es otro. Uno que descubrieron casi de casualidad. "Tras 20 años leyendo matrículas -continúa- hubo un momento que decidimos hacer cosas que estuvieran alineadas pero que se salieran un poco de lo que hacíamos, así que abrimos la visión a patinetes, bicicletas o personas, y estamos ganando concursos para contar patinetes o hacer estudios de distribución de tráfico".

Al entrar en este terreno se encontraron con que, más allá de los departamentos de seguridad o tráfico con los que lidiaban habitualmente, había un tercero al que podían servir tanto o más: el de movilidad. "Ahora estamos facturando mucho de departamentos de movilidad cuyo afán es entender y medir", profundiza el directivo. "Ellos hacen maravillas si tu les dices por días, horas o semanas cuantos coches, bicicletas o personas pasan por una vía, salen por una salida o giran por una esquina", detalla.