El futuro del coche eléctrico en España pasa por Seat

En la vista del Rey Felipe IV y del presidente del Gobierno a Martorell se ha escenificado el punto de partida para la colaboración institucional con Seat y el Grupo Volkswagen para sellar un acuerdo de futuro.

La visita que el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han realizado hoy a la planta de Seat en Martorell (con feo plantón de las altas esferas de la Generalitat, tiene un significado que va más allá de la política. "España no puede perder el tren de la electrificación", lleva tiempo exclamando el presidente de Seat, Wayne Griffiths, algo que con el compromiso institucional sellado hoy parece estar camino de solventarse.

Que España tiene una asignatura pendiente con la industria de la movilidad sostenible no es nada nuevo. Hoy en día la solución pasa por el coche eléctrico. La carencia de infraestructuras, la poca convicción hasta ahora del Gobierno en el apoyo a las propuestas industriales y la falta de un mercado más o menos potente, hace que sea bastante difícil pensar en mantener el segundo puesto a nivel europeo (amenazado por República Checa) en cuanto a producción de vehículos.

En su visita a Martorell, el Rey ha recordado las cifras: El automóvil representa el 10% del PIB español, el 9% del empleo, el 15% de la recaudación fiscal y el 18% del valor de las exportaciones. Cifras que, de no mediar un giro serio hacia la electrificación, corrían peligro de acabar empujando al sector más productivo (103.000 millones de euros de facturación) y a la economía nacional hacia un futuro incierto.

En esta apuesta, Seat (de la mano del Grupo Volkswagen) juega un papel estratégico como gran fabricante. También lo pueden jugar, aunque en menor medida, Renault y el grupo Stellantis (unión de PSA y FCA), todos con plantas en España. Y es que en el coche eléctrico se cree o no. No valen medias tintas, sobre todo a tenor de las normativas medioambientales europeas que están lastrando a muchos fabricantes. Para conseguir adjudicaciones de vehículos eléctricos son necesarios dos elementos clave: mercado e infraestructura. Y España, por ahora, no tiene ni lo uno ni lo otro. Es por ello que el apoyo del Gobierno a la actividad de Seat para fabricar el coche eléctrico es tan importante

Habrá fábrica de baterías

Que  España no es eléctrica es algo que nadie duda, por eso producir coches eléctricos es tan complicado. Tampoco es fácil construir una fábrica de baterías. El propio consejero delegado y director general de Renault,  Luca de Meo (expresidente de Seat)  ya lo afirmó recientemente a  EL PERIÓDICO: “Para pensar en una planta de baterías  es muy importante tener un coche de volumen con esta tecnología en el mercado". Tras la confirmacion de hoy en Martorell, alguien habrá escuchado a De Meo y a otros muchos, empezando por el actual presidente de Seat,  Wayne Griffiths, quien exigió hace una semana al Gobierno  una postura clara reclamando inversión para apoyar la electrificación.

Ayer mismo la ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció que el Gobierno creará un consorcio público-privado en el que participarán también Seat, el Grupo Volkswagen e Iberdrola, y estará abierto a otros socios, para impulsar una fábrica de baterías 'cerca' de Martorell, donde Seat está adaptando su planta para la producción de eléctricos. “Este consocio formará parte del primer PERTE que tiene como objetivo la transición hacia el vehículo eléctrico y conectado. El proyecto va a permitir desarrollar un conjunto de actuaciones que garanticen que existan en España las infraestructuras, instalaciones y mecanismos necesarios para fabricar de forma autónoma y competitiva un vehículo eléctrico conectado completo", señaló la ministra. Esta planta de baterías se ubicará, según fuentes próximas a la operación, en el entorno de la Zona Franca de Barcelona.

Hoy, en la visita que han realizado a la planta de Martorell de la automovilística española el Rey y el presidente del Gobierno, con motivo de la celebración del 70 aniversario de la marca, se produce un punto de partida de un futuro eléctrico. “Se trata de un proyecto de país, muy grande, multisectorial, que necesita no solo de inversores como nosotros, sino también de ayuda del Gobierno y de la UE”, señalaba el presidente de Seat.

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentado por el Gobierno contempló una partida de 1.206 millones de euros para “grandes proyectos tractores en sectores industriales”, de los que 231 millones proceden de fondos europeos. Ahí es donde se pescará para la electrificación. Hay una parte destinada a la fabricación de baterías para coches eléctricos, una partida de 100 millones de euros para financiar actuaciones dirigidas al desarrollo de nuevas tecnologías en el campo del almacenamiento de energía (fábricas de baterías, vamos).

Desde el Ministerio de Transición Ecológica (que no siempre ha estado manifestandose en la misma línea que el de Industria) mantienen ahora un discurso de acompañamiento. La ministra Teresa Ribera señaló esta semana que se ampliarán los 400 millones de euros del Moves II para vehículos eléctricos a otros 400 millones, "en la medida que se vayan ejecutando", y habrá "moves singulares" para la innovación industrial con 300 millones, con la aspiración de se que construyan más puntos de recarga, que ha cifrado en 100.000 para 2023, año en el que deberán circular por las carreteras españolas 250.000 vehículos eléctricos. La clave, según fuentes del sector, está en que la gestión sea a nivel estatal y no autonómico como en el Moves anterior.

Una nueva plataforma

Wayne Griffiths, ya había mantenido  varios contactos con el ejecutivo (también a través del  presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess) para trabajar en el desarrollo de la electrificación. El anuncio de ayer es el primer paso para llegar al segundo. Tal y como decía De Meo Para fabricar una fábrica de baterías es necesario fabricar un coche eléctrico de volumen cerca.  Y eso es lo que hará Seat. En el tercer aniversario de Cupra, Griffiths ya dijo: " Es imprescindible que haya una planta de baterías en España. Es importante tener un centro de ensamblaje cerca de la cadena de producción, pero también lo es disponer en el país de una fábrica de celdas para estas baterías", explica el presidente de Seat. Ahora que ya está en marcha el proyecto, Seat acomete el segundo paso: fabricar el coche.

La apuesta de Seat y del Grupo Volkswagen va más allá del propio negocio. Conscientes de que esa inversión institucional es imprescindible, proponen abrir la producción y distribución a otros fabricantes: "Esta factoría debería prestar servicio a toda la industria, no solo para el consorcio de Seat, no en exclusiva, sino que debería servir para todos los fabricantes de coches", reconoce Griffiths.

El presidente del Grupo Volkswagen, uno de los artífices de la colaboración con el Gobierno, ha señalado que "España tiene un enorme potencial para ser un 'hub' de electromovilidad en Europa, para que la necesitamos inversión. La mayoría de los coches eléctricos se hacen en Alemania, pero para conseguir una mejor solución a nivel europeo tenemos que mejorar los esfuerzos para producir en otros países y por eso pensamos producir coches eléctricos en la fábrica de Martorell. Es una oportunidad histórica", afirma Diess. "Desde Volkswagen y el Gobierno hemos trabajado en este proyecto con líneas sólidas que contará con los fondos de recuperación económica europeos y el plan NextGen", ha añadido.

El futuro de Seat y su fuerza en la electrificación va de la mano Grupo Volkswagen. Por ello, hoy, Wayne Griffiths ha dejado entrever que la marca española realizará el desarrollo de una nueva plataforma del segmento B para coches urbanos totalmente eléctrica. Esta nueva plataforma, que irá a Martorell, se unirá a la que el grupo ya tiene, la MEB (que da vida al Volkswagen ID.3 y lo hará con el nuevo Cupra Born). Es una plataforma pequeña, 100% eléctrica, y servirá para crear los sustitutos naturales de los actuales modelos Ibiza de Seat, Volkswgen Polo, Skoda Fabia y Audi A1. La marca española dispone de las condiciones ideales, según fuentes del consorcio alemán y el apoyo institucional ha sido muy importante. La presión de Wayne Griffiths y las visitas a Moncloa de Herbert Diess, al menos cuatro en los últimos meses, parece que han surtido efecto.  "Si hace 70 años Seat puso a España sobre ruedas, ahora quiere poner al país sobre ruedas eléctricas", ha sentenciado Wayne Griffiths.