El cine de corte social o reivindicativo protagonizó ayer la jornada en el Festival de Cannes, una cita cinematográfica en la que se coló también el cocinero español Dabiz Muñoz, como embajador de una marca de helados para la que ha elaborado un producto específico.

Con su ópera prima Les misérables, el francés Ladj Ly sacudió ayer las conciencias en el Festival de Cannes al denunciar crudamente las condiciones en las que se vive en muchos suburbios de París y lanzó un mensaje directo al presidente francés, Emmanuel Macron: "Escúchenos". A sus 38 años, Ly vive en Montfermeil una de las banlieues parisinas en las que se hacinan miles de personas en unas condiciones de "casi abandono", algo que el realizador muestra en su filme y que ayer denunció ante la prensa. "Esta película es un grito de alarma. En los últimos 20 años las cosas no han evolucionado", dijo el cineasta.

Por su parte y aunque en apariencia no es un filme político, Bacurau es un reflejo de lo que ocurre en Brasil, un país que vive una distopía "en muchos aspectos de cada día", como dijo el realizador Kleber Mendonça.