Un espectáculo retrospectivo, biográfico y sentimental fijará la memoria de Rocío Jurado como una artista total que revitalizó la copla y una virtuosa del flamenco que protagonizó toda una época en la música pop, con sus baladas románticas, con incursiones en la gran pantalla.

María del Rocío Trinidad Mohedano y Rocío Jurado, persona y artista, confluirán en Qué no daría yo por ser Rocío Jurado, un espectáculo musical y escénico que se estrena hoy en Valladolid antes de iniciar una gira por diferentes teatros. Dirigido por Fidel Albiac, bajo una idea original de Rocío Carrasco „hija de la homenajeada„, la actriz y cantante Anabel Dueñas volverá a meterse en la piel de Rocío Jurado (1946-2006) después de Punto de partida, la obra de teatro que hace meses evocó la figura de la célebre cantaora.

Esta nueva incursión ofrece novedades desde el punto argumental, escenográfico y de vestuario para converger en una experiencia sensorial sobre la figura y el legado de una intérprete cuyo talento fue encauzado artísticamente incluso antes de la mayoría de edad.