El juicio por abusos sexuales contra el productor de cine Harvey Weinstein comenzará el próximo lunes en el Tribunal Supremo de Nueva York en medio de una gran expectación por su significado simbólico para el feminismo, que espera ver rendir cuentas al catalizador de movimientos como #MeToo o Time's Up.

A los 67 años, el todopoderoso productor de Hollywood se enfrenta a una posible cadena perpetua, acusado por la Fiscalía de Nueva York de cinco cargos relacionados con incidentes con dos mujeres entre 2006 y 2013: dos delitos de agresión sexual, uno de acto sexual criminal y dos de violación, en primer y tercer grados.

Su detención en mayo de 2018, tres meses después de que las autoridades presentaran cargos y ocho desde que The New York Times y New Yorker publicaran las historias que desatarían el escándalo, fue un "catalizador de la indignación", señala la profesora Alyson Cole. Esta experta incide en que, más allá de los resultados, el juicio y la sentencia "seguirán teniendo un significado simbólico para quienes trabajan" en movimientos como #MeToo.