Una semana después de que los duques de Sussex anunciaran que abandonan su papel como figuras de primer grado en la familia real británica, lo que provocó una auténtica crisis en la corona y dio pie a una declaración oficial de la reina Isabel II, Meghan Markle ha reaparecido sonriente en Canadá, donde pasó parte de sus vacaciones navideñas y dejó a su hijo, Archie.

La mujer del príncipe Enrique acudió a un centro de mujeres en Vancouver, el Downtown Eastside Women's Centre, un lugar donde se tratan "los problemas que afectan a las mujeres de la comunidad". La visita tuvo un momento de lo más british, ya que Meghan aprovechó para tomar el té con sus anfitrionas. "¡Mirad quien ha venido a tomar el té hoy!", escribieron junto a la fotografía con la duquesa.

La decisión de Enrique y Meghan de abandonar la corona como miembros sénior ha supuesto una bomba en los cimientos del palacio de Buckingham. No solo por el enfado que ha provocado en la reina Isabel II y el enfrentamiento con el resto de la familia, con quienes Enrique tuvo una reunión este lunes para solucionar la situación. También por la presión mediática.