Jaime Cantizano vuelve a la televisión con programa propio. El andaluz se pone al frente de 'Atrápame si puedes Celebrity', que arranca esta noche en Telemadrid. La versión diaria del concurso se ha hecho un hueco en las autonómicas, donde cada versión respira "su identidad", como afirma el presentador, que compagina este nuevo proyecto con la conducción de su espacio de los fines de semana en Onda Cero, 

'Por fin no es lunes'. ¿Qué es lo que tienen las versiones 'celebrity' para que se estén haciendo tantas?

Fundamentalmente que es entretenimiento y creo lo está demandando la gente. Siempre es un reclamo una cara conocida, y sobre todo una cara querida. Además, con el elemento de preguntas y respuestas es una oportunidad para aprender, pero también para cantar y bailar como hacen los concursantes de este programa. Porque prácticamente hacen de todo.

¿Nos gusta ver a los famosos en apuros?

Sí, por supuesto. Hay un componente de morbo, de verlos al límite, e incluso de cometer alguno que otro fallo garrafal. Pero también nos gusta ver que canten, que bailen, que desparramen... Y eso ocurre. Las dos cosas pueden ocurrir. De hecho ocurren en este primer programa. No te diré quién mete más la pata, pero todos primero tienen un espíritu competitivo muy fuerte.

Es un concurso que en todas sus diferentes versiones en cada comunidad autónoma funciona muy bien.

Funciona muy bien en todos los canales autonómicos. En Aragón llevan más de cinco años y la tira diaria está por encima del 15% de cuota de pantalla. Está la edición catalana, la valenciana, la andaluza, la gallega... Lo que pasa es que sí que es verdad que cada uno tiene su propia identidad, su personalidad. Eso lo han sabido hacer muy bien, Globomedia lleva mucho tiempo trabajando en esto. A mí una de las cosas que más tranquilidad me ha dado es llegar a un equipo que estaba muy rodado. El miércoles pasado, cuando llegué para ver el plató y tiros de cámaras, me presenté. Dije: "hola, yo soy el nuevo". Porque realmente el único nuevo en ese programa era yo. El resto llevan ya tiempo haciendo la tira diaria.

Da tranquilidad entrar a un programa que ya está funcionando...

Sí. Lo que pasa es que ya sabes cómo funciona la televisión... Yo estoy satisfecho porque la verdad es que es muy buen producto, de calidad, para todos los públicos, es un programa de entretenimiento, de preguntas y respuestas, pero también con un componente de espectáculo.

¿Cómo está siendo compaginar la grabación del programa con tu programa en Onda Cero, 'Por fin no es lunes'? ¿Duele mucho no tener fines de semana?

¿Sabes lo que pasa? Y te lo digo de verdad. Yo me siento muy afortunado. Hay semanas más duras de trabajo, pero lo tengo que decir con la boca pequeña, porque con la que está cayendo fuera... Yo puedo elegir proyectos, estoy haciendo lo que quiero y es que tengo que sentirme afortunado. En los últimos años una de las condiciones que ponía era tener tiempo para mí y se encuentra, aunque hay semanas que es más difícil.

Por si fuera poco, colaboras en 'Espejo Público'.

Sí, hace ya dos temporadas que yo quería aterrizar y asentar 'Por fin no es lunes'. Yo creo que ya tocaba hacerlo.

¿Y qué balance haces al frente del programa?

Yo tenía muy claro el tono que debía darle, que es el tono de fin de semana. Alejarnos de la tensión diaria y es un programa que está asentado y es reconocible por el oyente de radio. A mí me está dando muchas alegrías. Yo desde hace años tenía muy claro cuál era el camino profesional y es el camino de la madurez como comunicador. Creo que no me he equivocado, que la cosa me ha salido bien.

Parece que los programas del fin de semana tienen otro tono más relajado.

Sí. El sábado pasado tuve una conversación de 20 minutos, que piensas y dices: ¿hoy en día en la radio y en la televisión qué conversación pausada se puede tener? Pues sí, la tuve con Ángel Martín hablando de esa etapa en la que perdió la cabeza y la radio del fin de semana te hace saborear las entrevistas y los contenidos de otra manera.

Volviendo a la tele, uno de tus últimos trabajos como presentador fue 'Objetivo Eurovisión' en 2017. ¿Qué tal tu experiencia con la preselección del Festival?

(Risas) Te tengo que decir que fue uno de los momentos más tensos que he vivido, porque no entendía muy bien lo que estaba pasando [el público abucheó al ganador Manel Navarro y al jurado]. Yo tenía la responsabilidad de mantener la calma y hacer que la preselección fluyera. Lo sorprendente de ese directo fue lo volcánico de las redes sociales. Y ahí sí me di cuenta de lo importante para muchas personas que esto de Eurovisión y de lo que mueve. Es un movimiento aquí en España muy importante, pero también en Europa.

Ahora parece que TVE se lo quiere currar...

Sí, para contentar a los eurofans, que son un poder (risas). Lo que hoy en día se hace no tiene nada que ver con lo que se hacía hace diez años. Y lo que se hacía hace diez años no se puede hacer ahora en este momento, porque ni se puede hablar de ese género. Es más parecido a un reality permanente. Realmente, la información pura de ese género ha dejado de existir, es una información que va en paralelo a lo que ocurre en unos programas de televisión y en una cadena.