La defenestración de José Manuel Tornero como presidente de RTVE, tras perder la confianza del Gobierno en sólo año y medio, abre una etapa de mucha incertidumbre en la televisión pública. Los trabajadores temen que se haya forzado su dimisión para que Moncloa tenga un mayor control de los contenidos, en un momento de muchos "nervios" por la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales y las próximas generales, con el PSOE y Unidas Podemos rezagados en las encuestas.

Este es el ambiente que se respira en la casa, según distintas fuentes consultadas, que ven en la salida de Tornero una "maniobra" para facilitar las "intromisiones" del Gobierno. El ya expresidente ha caído, y así lo ve él mismo, por la presión de Podemos, que ha extendido la idea de que RTVE no responde a los planteamientos de un Ejecutivo de "izquierda". Eso y una caótica gestión ha acabado calando en el PSOE, aseguran, para quien Tornero ya no resultaba útil. Por ello, el temor ahora es que, con la corporación descabezada -la nueva presidenta, la periodista Elena Sánchez, es una figura interina y carece de funciones ejecutivas-, el Gobierno tenga la tentación.de fiscalizar la información.

El consejo de informativos de TVE ya ha puesto pie en pared con un comunicado emitido tras las renuncia de Tornero en el que apuntaban al "enorme riesgo de sufrir una fuerte politización a las puertas de un año con varias citas electorales" y adelantaban que "si los presentes o inmediatos movimientos en RTVE tienen por objetivo someter a este servicio público a intereses partidistas, los trabajadores no lo permitiremos". Según ha podido saber este diario, no se descarta que los profesionales de la cadena pública convoquen movilizaciones. Esto es algo que se está valorando, en parte, para reforzar la advertencia que ya incluyeron en el comunicado.

Aunque, fuentes de TVE destacan que en la etapa de Tornero ya se han vivido episodios "desagradables" aseguran también que "a día de hoy" se trabaja con "toda la libertad en los telediarios", siguiendo criterios estrictamente informativos. "A día de hoy", reiteran las fuentes consultadas, "no se han detectado enfoques extraños". Y, si sucede, los profesionales están dispuestos a dar la batalla como hicieron en 2018, vistiendo de negro todos los viernes, en protesta por la manipulación en la etapa del PP y el bloqueo en la renovación de la cúpula de RTVE.

Los profesionales, conjurados

Distintas fuentes subrayan además que aunque el Gobierno pueda contar con directivos afines les va a resultar muy difícil que se pueda pervertir el criterio informativo porque, afirman, "redactores de base y jefes" están conjurados para evitarlo. "Por debajo del organigrama hay mucha gente de por medio". Aunque desde la cúpula de la corporación, explican, se puedan lanzar consignas, existe una estructura muy potente de profesionales capaz de esquivarla para que no llegue a los periodistas que cubren la información nacional. Y tampoco, añaden, "la dirección de los telediarios van a tragar". "Si las cosas se desvían, lo denunciaremos".

La realidad es que desde hace tiempo la relación de Moncloa con TVE es tensa y la sensación de los trabajadores era de inquietud y desasosiego. La relación de los profesionales con Tornero no fue buena y él, de manera sistemática, obviaba las peticiones que se le hacían desde la redacción. En el propio comunicado le reprochaban decisiones como el veto a que periodistas de la cadena pública viajaran a los campamentos de refugiados de Tinduf, en el Sáhara Occidental, tras la crisis que enfrentó a Marruecos con España por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Ahora, tras meses de espera a que su proyecto pudiera fructificar -Tornero fue nombrado por el Congreso con el apoyo del PP-, su marcha ha reactivado a la redacción.