Entrevista

Lalachus: "Pablo Motos dio la explicación de la polémica que quería escuchar el público de 'El Hormiguero'"

"Tengo fe en que entrarán más mujeres en 'La revuelta', afirma la colaboradora del programa de David Broncano en TVE

Lalachus.

Lalachus. / JORDI COTRINA

Marisa de Dios

Una de las críticas que ha recibido 'La Revueltaen La 1 de TVE es que no haya suficiente presencia femenina. Pero la verdad es que Lalachus (Fuenlabrada, Madrid, 1990), una de sus colaboradoras (la otra es Valeria Ros), ha sido uno de los mejores descubrimientos que ha hecho el programa de David Broncano, que esta semana ha estado de plena actualidad por su guerra con 'El Hormiguero'. Y eso que la fantasía de esta cómica que ya se había curtido en 'Cuerpos especiales' y 'Estirando el chicle' sea convertirse en camarera de 'First dates' o hacerse cargo de un programa "de los de Juan y Medio, de esos en los que los abuelillos van a buscar el amor".

-Usted ya participaba en 'La resistencia' de Movistar Plus+. ¿Ha notado que ahora la reconoce más la gente al estar en la tele pública?

-Muchísimo. Además es gente más mayor, que es un público que a mí me gusta mucho. Me pone muy contenta que se lo pasen bien viendo la tele.

-¿Creía que el programa podía encajar bien en La 1?

-Si te digo la verdad, no. Tuve mis dudas sobre si se podría hacer el mismo formato siendo como son ellos. Fue un error mío pensar que al público no le pudiera gustar. Porque si yo lo veo, ¿por qué no lo va a ver la gente? A la gente le gusta la marcha, la jarana, el bullicio, una buena verbena de pueblo, y eso es básicamente este programa.

-¿Ese es el secreto de su éxito?

-Sí. Y sobre todo los momentos del público, que se vea que diferentes personas cuentan sus historias. Sale gente tan peculiar y divertida, gente de la calle real... También se nota que estamos a ver qué sale, y abrazar esa improvisación funciona bastante bien, que no parezca que está todo tan pactado y cuadriculado.

-Estudió Comunicación Audiovisual y trabajó de recepcionista. ¿Cómo ha acabado viviendo del humor?

-¡Eso me pregunto yo todos los días! No llegué a acabar Comunicación Audiovisual porque me tuve que poner a trabajar. Estuve 10 años en una escuela de formación de una empresa grande, y luego como administrativa en una constructora, trabajos que no me pegaban nada. Pero iba haciendo mis cositas porque siempre me ha llamado mucho la atención el mundo de la comedia y de internet. En la pandemia estábamos todos en casa con los móviles y a mí me dio por otras creatividades, los vídeos funcionaban y la gente empezó a seguirme. Luego me llamaron de 'Estirando el chicle', una cosa llevó a la otra... No es que dejara mi trabajo para cumplir mi sueño, sino que me fui porque no podía compaginarlo con lo que estaba haciendo. Si no, a lo mejor no lo hubiera dejado, porque tengo que estar muy segura para dejar una cosa estable.

-En sus monólogos siempre tira de anécdotas personales. ¿Tanta salsa tiene su vida?

-Es la puntilla que tú le quieras sacar. Me suelen pasar cosas graciosas, o que no lo son tanto pero cuando las cuentas le añades un dramatismo que hace que tengan más gracia. Yo no sé hacer un monólogo de política, no me sale. Yo todo lo que tenga que ver con el humor tiene que ser que me haya pasado a mí o poder introducirlo en mi vida.

-Hace unos días le echó un rapapolvo a Broncano diciéndole que el programa era "'el club del cojón" y que "olía a 'gamer'". Hasta colocó en el plató un poster de las Spice Girls, que ahí sigue. Pero las cosas todavía no han cambiado mucho...

-Poco a poco. El programa empezó hace tres meses y está en constante evolución. Tengo fe en que entrarán más mujeres. Desde que lo dije, por ejemplo, percibo que hay más chicas de invitadas, así que creo que todo va a ir a mejor. ¡Si cada día en el programa pasan 100.000 cosas! Ellos no sabían que yo iba a reprocharles todo eso. Me gusta que lo afrontaran allí en directo porque a lo mejor otros hubieran cortado.

-¿Cómo es Broncano como jefe?

-Pues es que no lo sientes jefe. Lo que mola de él es que, como no sabe lo que vas a llevar, está guay ver cuando se sorprende o cuando le hace gracia algo. Yo le explico a Ricardo [Castella] lo que voy a llevar y él me recuerda que David nunca sabes por dónde va a salir. Luego, como persona, es un tío majísimo, muy tranquilo, que va a su bola... Lo que ves en pantalla es lo que hay.

-¿Cómo ha vivido la polémica con Pablo Motos, cuando Broncano denunció las presiones de 'El Hormiguero' con la entrevista de Jorge Martín?

-¡Yo no sabía lo que iba a pasar! Lo vi en casa y flipé. Los 12 minutos de imágenes de ciervos me gustaron de verdad. Creo que lo hicieron muy bien.

-¿Piensa que era una situación que se tenía que dar a conocer?

-Otras veces que les ha pasado han podido tener más tiempo de reacción para conseguir a otra persona o rellenar ese espacio. Pero en este caso, teniendo al invitado allí, sin tener tiempo de reacción, fue la clave para que dijeran: "Hasta aquí". Yo creo que hicieron bien. Porque siempre que vas con tu verdad, explicando que no les dejan sacar al invitado y se quedan sin programa, es que es sencillamente eso. Es como enfrentarte a alguien que te está tocando las narices.

-¿Qué le pareció la respuesta de Motos? Deslizó que fue una cortina de humo para tapar otros temas.

-Pasó una cosa muy graciosa. 'La Revuelta' está grabado y es muy curioso, porque dijeron cosas en broma, en plan cortina de humo y así, que fueron justo las que acabó contando luego [Motos]. Pablo dio una explicación de la polémica para el público que ve 'El Hormiguero', que es lo que quieren escuchar. Vale Pablo, que sí, que todo es política, que todo es cortina de humo. Luego salió Silvia Intxaurrondo rebatiendo punto por punto. Pero vamos, que si él se quedó a gusto, pues para él.

-Por cierto, le pidió a Broncano salir en 'Telepasión' esta Nochebuena. ¿Lo ha conseguido?

-Yo solo digo que no os lo perdáis, porque puede que hayan pasado cosas.

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