Los sonidos nacen en el regazo. Allí, en el regazo de Daniel, donde mueve a su bebé, ahora vemos un objeto oscuro y brillante. Casi se puede volar, cuando acaricia al Hang como si fuera su otro bebé. Salta y baila con tus brazos. Y luego viene un enjambre de bebés gateando en la dirección del resplandor. Allí se calman en un juego de diseños sonoros y luego se duermen. Algunos se duermen para oír mejor, otros todavía quieren saber de dónde vienen esos sonidos. Bebés en trance.