Se trata de una pieza resultante de una micro- residencia de cuatro días en la Cidade da Cultura de Diego Anido y con su equipo de dirección, producción y movimiento.

Durante esta estadía, procorase desarrollar un proceso de investigación coreográfica, con el objeto del que se muestre en Escenas del cambio sea un resultado en un estado muy avanzando en el que la dramaturgia textual y visual se refiere.

En esta ocasión, Diego Anido se deja llevar por las derivas que su propio trabajo había tomado nos sus espectáculo anteriores y se entrega las demandas de este relato autobiográfico de carácter fantástico, añadiendo a su vida partes de otras vidas ajenas, a modo de prótesis, como si estuviera reeditando su figura en la tierra. Es habitual nos sus trabajos reivindicar el papel de performer en el formato americano de la palabra: actor que sabe hablar, cantar, bailar y callar. Es por eso que en este espectáculo Diego Anido también habla, cuanta, baila y cala. Sea como sea y a toda costa, el ridículo, el insignificante, el extra radial, el patético y el mediocre, llegará algún día para ser excelente.