Espectáculo de teatro.

Érase una vez una bella ciudad llamada Hamelin. La ciudad se llenó de ratas. Hasta que alguien hizo sonar una hermosa música. La versión áspera del cuento es más verosímil y se parece más al mundo en el que vivimos. En nuestro mundo, los niños son los primeros que pagan. Pagan los vicios de los mayores, las mentiras de los mayores. En este sentido, el Hamelin que no sabe proteger a sus niños es como muchas ciudades de nuestro mundo. Mayorga aborda el tema de la pederastia con un lenguaje y escenas llenas de elipses, donde las cosas quedan aludidas, donde el espectador debe poner de su parte para interpretar, para imaginar, para llenar los silencios. Juan Mayorga aborda el tema de una manera muy sutil, los silencios de los personajes encierran grandes verdades, evita un lenguaje soez y opta por un espectador activo que imagine más allá del que se muestra en escena.