Espectáculo de teatro.

Islas desiertas se vale de las experiencias y reflexiones de dos de los grandes fracasos de la historia, la aventura de la aviadora Amelia Earhart y de la expedición del explorador Ernest Shackleton. Toda la obra está bañada por su transmisión cultural por su camino vital hacia la utilidad de esas cosas inútiles.

La obra hace referencia directa a las ambigüedades del hoy y logra arrojar luz a los rincones oscuros del inconsciente colectivo. Las historias que cuenta son narrativas irresistibles y universales, además de intemporales: Un hombre comienza una expedición hacia la Antártida. Una mujer comienza una vuelta el mundo en avión. ¿El motivo? Necesitan seguir sus sueños, sus pasiones, superar sus miedos y curiosidades. La obra hace un profundo análisis de por qué vivimos, en qué consiste la vida y por qué morimos.

Los protagonistas de esta historia fraccionada invitan al público a través de sus móviles para subirse a bordo de su expedición a las Islas Desiertas. Este viaje dividido en etapas se convierte en un acto poético, en una experiencia, en una hermosa aventura contemporánea en la que se muestra otro camino, otra alternativa a la competitividad y productividad de la sociedad actual abrumada por el éxito, las metas y la posesión de bienes.