Después de tres años jugando con otras artes escénicas en sus espectáculos, como la música en directo, el teatro o la danza en la Magia de la Santa Compaña y O Afiador, el Mago Teto retorna a la esencia del ilusionismo en estado puro con un espectáculo lleno de efectos novedosos en el que toca todas las disciplinas de la magia, desde efectos de magia de cerca hasta grandes ilusiones, pasando por el mentalismo, la manipulación... Eso si, siempre acompañados de situaciones absurdas y surrealistas con un toque canalla. Esta menestra tiene como objetivo final la realización de un espectáculo entretenido, divertido, estético, emotivo y, sobretodo, lleno de ilusión e ilusiones.