Proyección de la película húngara de Márta Mészáros .

Juli tiene un trabajo en una fábrica de ladrillos, Pero estudia a distancia para mejorar su posición. Su jefe enamora de ella y comienzan una relación muy apasionada. Ella oculta el hecho de que tiene un hijo fruto de una relación extramarital. Cuando su amante, habitualmente violento y posesivo, lo descubre, todo salta por los aires. Embarazada de su segundo hijo, Juli debe decidir qué hacer.

El film marca el inicio de la colaboración entre Mészáros y dos de sus actores fetiche. Lila Monori da vida a Juli en el que será el comienzo de una relación artística similar a la que tuvieron François Truffaut y Jean-Pierre Léaud a través de la figura de Antoine Doinel. Aunque Monori no encarnará siempre al mismo personaje en filmes posteriores, lo cierto es que sí se erigirá en una suerte de alter ego de Mészáros en varias de sus producciones. La Mészáros le recomendaron a Jan Nowicki, quien ya había trabajado con Andrzej Zulawski y Jerzy Skolimowski y era muy reputado en Polonia, para el papel del amante. La conexión fue instantánea y mutua. Fueron pareja durante largo tiempo y él acabaría trabajando en casi todos sus filmes nos próximos treinta años.