Había una vez un rey que era tonto, pero quería ser listo. Y había una princesa que era lista pero no quería ser princesa y soñaba con tener un jardín y montar a caballo. Y había un policía real que no quería ser policía, pero deseaba tener una oveja. Y había un perro que quería ser un gato y le gustaba cantar.

En el país de “Medioreino” nadie está a gusto. Cachiporra va y cachiporra viene, las cosas, allí, no se entienden.