Durante estas fechas se celebrarán conciertos de música sagrada y espiritual en las iglesias monumentales

Para la Unesco, Santiago de Compostela es una ciudad ideal que desborda a la vez historia e intemporalidad.

Fue declarada en 1985 Patrimonio Cultural de la Humanidad al considerar que su belleza urbana e integridad monumental se añadían a los profundos ecos de su significación espiritual como santuario y destino de la mayor peregrinación de la Cristiandad entre los siglos XI y XVIII: el Camino de Santiago.

La historia compostelana y sus escenarios otorgan a la conmemoración de la Pasión de Cristo un esplendor único y una solemnidad incuestionable. El excepcional paisaje granítica, ateigar de torres, balcones, volutas y gárgolas, imprime espectacularidad y dramatismo al paso de las procesiones en la oscuridad, en especial a las más tardías, en el cabo de la medianoche, y a las de carácter penitencial, que avanzan cortando la niebla y marcando el paso sobre la piedra húmeda.

Trece cofradías compostelanas, algunas de muy antiguo origen, recorren la ciudad histórica en 17 procesiones, de punta en blanco de Ramos a Dominica in albis, acompañadas por el soy hiriente de las cornetas y el ritmo grave de los tambores, cuyo eco repiten las calles de piedra bajo la luz ámbar de las farolas. La Semana Santa de Santiago de Compostela comprende más de una semana de procesiones, actos litúrgicos y conciertos de música sagrada y antigua, así como la oportunidad de penetrar en la intimidad de las iglesias y conventos y disfrutar de la tradicional gastronomía de Cuaresma.