El verano pasado en Santa Cristina, cuenta la historia de un niño de 12 años que, en 1960, pasó su último verano en una playa cercana al pueblo donde vive. Muchos años después, cuando es adulto, recibe cartas supuestamente propiedad de su difunta madre, y cuando lee estas cartas, recuerda lo que sucedió ese verano. Como también es hijo de un militar, el niño vive especialmente los acontecimientos de la sociedad franquista de la época; los desfiles en la plaza del pueblo que coinciden con la esencia de Franco en el Pazo de Meirás, a pocos kilómetros de donde pasa el verano. Entre sus propios recuerdos, profundamente arraigados en los recuerdos relacionados con su transición de la niñez a la edad adulta, y las cartas ahora conocidas, descubre la relación de su propia madre, esposa del soldado, con un ex amigo de su juventud.