Proyección de la película de Nely Reguera.

Marisa, una doctora recientemente jubilada, decide viajar cómo voluntaria a un campo de refugiados griego donde, a su parecer, precisan gente exactamente como ella. Al llegar allí, se evidencia que no tiene nada que ver con los demás. Cuando conoce el pequeño Ahmed, los límites entre la necesidad de cuidar y de sentirse útil se van desdibujando.