Joker, el gran villano de Batman surgido hace casi 80 años de las viñetas de DC Comics, vuelve a reír (de forma maníaca) gracias al aclamado filme homónimo que se estrena este viernes con Joaquin Phoenix en un papel con el que ya se lucieron nombres tan ilustres como César Romero, Jack Nicholson o Heath Ledger.

Esta es lista repasa las encarnaciones del personaje en el cine:

César Romero, el primer actor que fue Joker

Conocido por su pasado como gigoló y latin-lover, este actor de origen cubano -uno de sus abuelos fue el revolucionario José Martí- gozó de una gran carrera repleta de musicales, comedias, dramas y westerns, pero su rostro siempre será asociado al de aquel payaso guasón y bromista de la serie de televisión "Batman", emitida durante la década de 1960 y repleta de humor inocente y acción ligera, más en la línea "pulp" del cómic original.

En 1966 dio el salto a la gran pantalla de la mano de "Batman", una película donde estaba acompañado por otros villanos del cómic como El Pingüino y Enigma.

Jack Nicholson, un auténtico icono de su época

El Joker más veterano (52 años tenía Nicholson cuando lo interpretó) fue también el más festivo, divertido y juguetón (que se lo digan a Kim Basinger), convirtiendo el personaje en un auténtico icono a finales de la década 1980. Pero su humor no le impedía ser igualmente implacable y mortífero por su pasado como criminal en la banda que lideraba Grissom (Jack Palance).

Un encuentro con Batman (Michael Keaton) acabó con el villano en un tanque de ácido, y ese fue el origen de su locura, que incluía dar golpes con la música de Prince de fondo y tratar de aniquilar a toda una ciudad con su particular gas de la risa, al tiempo que soltaba aquello de: ¿Has bailado con el demonio a la luz de la luna? Aquella fue la primera vez -y no la última- en la que el enemigo del hombre murciélago resultaba más carismático que el héroe.

Heath Ledger, el caos y la anarquía que valieron un Oscar

Es el Joker por antonomasia, el más idolatrado y celebrado, un trono confirmado por la estatuilla dorada que ganó en el año 2009, un año después de su muerte por sobredosis accidental de fármacos. Ledger se convirtió en el segundo actor de la historia en conseguir el premio de la Academia de manera póstuma tras Peter Finch, en 1976, por "Network".

Ledger, que imprimió al rol un mortífero sentido del humor con frases que han pasado ya a los anales del cine ("¿por qué estás tan serio?"), tejió un Joker desatado, incontrolable y completamente imprevisible cuyo único objetivo era "ver arder el mundo", tal y como explicaba Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne encarnado por Michael Caine.

Jared Leto, el Joker más breve

La elección de Jared Leto como el Joker en "Suicide squad" fue uno de los grandes atractivos del proyecto. Tal vez por eso resultó tan decepcionante comprobar cómo finalmente el personaje, repleto de tatuajes y con una caracterización espectacular, apenas aparecía en unos 20 minutos de la película, resultado de un frustrante montaje que acabó con gran parte de la actuación del actor en la papelera.

Nunca se podrá comprobar la labor completa del intérprete, que se zambulló de lleno en la preparación del rol y se dice que se reunió con psicópatas y que llegó a enviar una carta de amor con una rata viva a su compañera de reparto, Margot Robbie. Por el momento, la película que preparaba Warner Bros. sobre su Joker en solitario ha sido cancelada.

Joaquin Phoenix, la agonía y el sufrimiento personificados

Todo apunta a que Joaquin Phoenix, uno de los mayores talentos de su generación, nominado al Óscar en tres ocasiones ("Gladiator", "Walk the line" y "The Master"), volverá a lograr una candidatura a los premios de la Academia por su dramático Joker, un hombre solitario sumido en la agonía y el sufrimiento, consciente de su enfermedad mental, que lucha contra el sistema y acaba liderando una revolución contra los más privilegiados.

Su Arthur Fleck bebe del cine de Scorsese, especialmente de películas como "Taxi Driver" (ese gesto del disparo en la sien) o "The king of comedy" (el personaje sueña con convertirse en un comediante de primera), y su locura le lleva a convertirse en un símbolo para los más desfavorecidos en una ciudad asfixiada por las desigualdades económicas.