La Federación de Cines de España (FECE) ha enviado una carta abierta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que le solicita "que adopte las medidas necesarias para salvar los cines y garantizar su supervivencia" así como evitar "la quiebra y cierre" de más salas.

La carta impulsada por FECE cuenta con la firma de los principales cineastas españoles como Pedro Almodóvar, Juan Antonio Bayona, Isabel Coixet, Borja Cobeaga, Leticia Dolera, Emilio Martínez Lázaro, Fernando Trueba, Rodrigo Sorogoyen, Oliver Laxe o Jaume Balagueró, entre otros.

También la suscriben la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la Academia del Cine Catalán, Festivales de Cine como San Sebastián, Málaga o Sitges, las principales asociaciones de productoras AEC, PIAF, PAC, PROA y otras asociaciones como la de mujeres cineastas, CIMA.

Los firmantes reivindican "el valor social, económico y cultural que brindan los cines" y subrayan "la situación crítica" que atraviesan, con una pérdida de asistencia del 70% respecto al año pasado y el retraso de casi todos los grandes estrenos por parte de las distribuidoras, lo que supone "una verdadera amenaza a la supervivencia de los cines".

En la carta recuerdan que después de los primeros cien días cerrados a raíz de la declaración del estado de alarma en marzo pasado, más del 90% de los cines reabrieron sus puertas con restricciones de sesiones y aforos y otras medidas para garantizar la seguridad que han permitido que no se haya registrado ningún brote de coronavirus en salas de cine hasta la fecha.

A día de hoy, con el nuevo estado de alarma, permanecen abiertos el 45% de los cines españoles, según datos de FECE.

Los firmantes se declaran "conscientes de la situación del país, de la grave crisis sanitaria y económica" y de "los numerosos sectores y empresas" que solicitan ayuda al Gobierno.

"También sabemos de las medidas de apoyo adoptadas por su Gobierno durante estos meses que han permitido cierto alivio al sector", precisan en alusión a los 10 millones de euros otorgados a comienzos de noviembre para cubrir los gastos derivados de la adaptación a las nuevas medidas de seguridad en las salas.

No obstante, añaden, "la situación crítica que atraviesan las salas obliga a un plan específico que permita su supervivencia".

"En esta carta no le reclamamos ningún privilegio, sino preservar el papel histórico que los cines tienen en nuestra cultura y sociedad; permitir la supervivencia de una industria esencial que representa lo mejor que el talento y la creatividad española tiene para ofrecer y que ahora se encuentra en verdadero peligro", advierten.

El año pasado se vendieron 105 millones de entradas de cine en España, un 8% más que el anterior, que supusieron una recaudación de 624,1 millones de euros, según datos del ICAA (Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales).