El patio del colegio puede ser escenario de los mejores recuerdos infantiles y también de los más traumáticos. La directora belga Laura Wandel se centra en estos últimos en 'Un monde', película estrenada en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes.

Nora (Maya Vanderbeque) es una niña de 7 años que entra nueva en la misma escuela de su hermano, Abel (Günter Duret). Allí descubre que está siendo acosado y, aunque intenta ayudarlo, el niño la obliga a guardar silencio.

Pronto los papeles de víctima y acosador empiezan a cambiar de bando y se acaba generando una ola de violencia, constante pero relativamente imperceptible, sin que los profesores sean capaces de ponerle freno.

Wandel, de 36 años, se interesó por la escuela "porque es el momento en que un niño se enfrenta a un nuevo microcosmos fuera de la familia y donde aprende en cierta manera los códigos sociales. Hay todo un aprendizaje sobre la integración y la necesidad de reconocimiento", dijo este viernes a EFE.

Su cámara se coloca en casi todo el metraje a la altura de los niños para facilitar la inmersión del espectador en las sensaciones de los pequeños.

Wandel, que no tiene hijos, se nutrió de sus recuerdos infantiles y de una amplia investigación en colegios, en los que habló con padres, profesores, directores, alumnos y psiquiatras especializados en violencia escolar.

"Creo que todos la hemos experimentado al menos una vez, aunque sea de forma mínima, como testigo, habiéndola vivido o haciéndola vivir. He querido hacer algo universal en lo que el espectador pueda reconocerse", apuntó.

En su relato, el profesorado no siempre interviene, lo hace tarde o carece de la formación necesaria para poner freno a los crecientes conflictos.

"Tengo la impresión de que la violencia en el colegio se transmite rápido. Es un engranaje del que ya no sabes cómo se ha originado. Creo que la violencia llega cuando hay algo que no ha sido escuchado o reconocido, que es la única arma finalmente a disposición de niños o adultos para hacerse escuchar", señaló.

La directora trabajó mucho con los protagonistas infantiles para hacerles distinguir entre lo que hacían los personajes y ellos mismos.

Les hizo improvisar a partir del guion y ellos dibujaron cada escena, de forma que al mostrar esas ilustraciones en el rodaje los niños ya sabían qué tenían que hacer.

En opinión de Wandel, esas malas experiencias infantiles "pueden influir tu manera de ser y tu visión del mundo" y encuentran su eco también en conflictos de la actualidad, donde también se originan disputas por nociones de "reconocimiento y territorialidad".

'Un monde' es su ópera prima, después del cortometraje 'O négatif' (2010) y del también corto 'Les corps étrangers', seleccionado en competición en Cannes en 2014.

Una Cierta Mirada, que se celebra del 7 al 16 de julio, ha puesto su foco en la cinematografía novel y proyectará, entre otras, 'Noche de Fuego', de la mexicana-salvadoreña Tatiana Huezo, o 'La civil', cinta de la rumana Teodora Mihai coproducida por el mexicano Michel Franco.