El 17 de noviembre de 1981 no se hablaba de otra cosa en los institutos de toda España. La proyección de la película de Jordi Grau ‘No profanar el sueño de los muertos’ en el segundo canal de TVE (“el UHF”, como se decía entonces), dentro del ciclo ‘Mis terrores favoritos’ que dirigía y presentaba Narciso Ibáñez Serrador, había provocado una profunda conmoción que los espectadores, especialmente los más jóvenes, consideraban necesario compartir. La visceralidad de las imágenes, absolutamente insólita en la televisión de la época, voló la cabeza a toda una generación de televidentes para los que el filme de Grau pasó a ser un título de culto instantáneo. Y un recuerdo imborrable. 

Aquella histórica emisión, precedida por una jocosa introducción en la que Ibáñez Serrador se lavaba las manos en sangre, devolvió la vida a una película que, aunque se había presentado con éxito considerable en el festival de Sitges en 1974 (conquistó los galardones de mejor filme, mejores efectos especiales y mejor actriz para Cristina Galbó), vio su carrera comercial truncada cuando, muy poco después del estreno a finales de octubre de 1975, el dictador Francisco Franco decidió convertirse en uno de esos muertos cuyo sueño más vale no profanar.

Han pasado cuatro décadas desde entonces y, pese a que algunas decisiones de guion han envejecido regular y a que la proliferación de zombis comevísceras en las pantallas ha alcanzado en los últimos años la condición de pandemia, ‘No profanar el sueño de los muertos’ ('The living dead at the Manchester morgue', en su título inglés) mantiene intacto su poder de fascinación. Así lo demuestra el hecho de que haya sido el título elegido para inaugurar la Colección Fantaterror con la que Ediciones 79, el sello que hace dos años puso en marcha la histórica tienda de cine barcelonesa El Setanta-Nou, pretende rescatar en formato de Blu-ray y DVD algunas de las obras más sobresalientes (y a menudo olvidadas) del cine fantástico español de los años 60, 70 y 80. Y no de cualquier manera, sino en cuidadas ediciones con versiones restauradas y una gran cantidad de contenidos extras, muchos de ellos exclusivos.

Reducto cinéfilo

Detrás de la iniciativa se halla Joan Castelló Sánchez, uno de los propietarios de El Setanta-Nou. La tienda situada en la calle Tallers es el último vestigio de lo que un día fue una venerable institución del comercio discográfico barcelonés (la cadena Discos Castelló) y debe su supervivencia al viraje realizado en octubre de 2009, cuando sus responsables decidieron cambiar los discos por películas y reinventarse como lugar de peregrinación de la irreductible parroquia cinéfila local que ha seguido aferrada al formato físico. Hace un par de años, la tropa de El Setanta-Nou emprendió la aventura de empezar a editar películas en DVD y Blu-ray, campo en el que ya se ha anotado algunos tantos de consideración, como la publicación de la trilogía 'Perros Callejeros' en una edición especial (el 'Pack Torete') que incluía, entre otros muchos extras, un ambientador de pino para el coche y un casete con cuatro canciones de la banda sonora.

Por edad (es de la quinta del 82), Joan Castelló no conoció ‘No profanar el sueño de los muertos’ de la mano de Chicho Ibáñez Serrador sino que llegó a la película por la vía del videoclub. También fue un encuentro de los que dejan huella. “La descubrí en VHS con 15 o 16 años, cuando ya estaba en plena fiebre del cine de terror. Y aluciné, porque es de esas películas de zombis que dan miedo de verdad. Para mí, está arriba del todo, a la altura de la segunda de George Romero [‘Zombi’, 1978] y del ‘remake’ de Tom Savini de ‘La noche de los muertos vivientes’ [1990]”.

No es un juicio exagerado. El propio Romero se mostró muy favorablemente impresionado por la película de Jordi Grau y, en particular, por su audaz idea de retratar a unos zombis “que sufren y tienen sentimientos”, tal como subraya Xavi Sánchez Pons, periodista y crítico especializado en cine fantástico y de terror que se ha encargado, junto al director del festival de Sitges, Ángel Sala, y el erudito y divulgador del género Carlos Benítez, de presentar cada uno de los títulos de la Colección Fantaterror y de coordinar algunos de los valiosos contenidos extra.

Los primeros títulos de la Colección Fantaterror, de Ediciones 79.

Sánchez Pons descubrió ‘No profanar el sueño de los muertos’ en un DVD de importación (en su caso, el editado por la ya extinta compañía estadounidense Anchor Bay), que, salvo proyecciones ocasionales en festivales o salas de repertorio, era hasta hace muy poco la única vía para poder ver la película en buenas condiciones. De hecho, como sucede con muchas obras del cine fantástico y de terror producido en este país en los años 60 y 70, la cinta de Grau ha gozado casi siempre de mayor reconocimiento en el extranjero que en España.

Entre la Hammer y 'La cosa'

Lo mismo podría decirse de la formidable ‘Pánico en el Transiberiano’ (Eugenio Martín, 1972), otro de los títulos incluidos en la primera remesa de la Colección Fantaterror; una coproducción angloespañola de inequívoco regusto ‘hammeriano’ (reforzado por la presencia al frente del reparto de Christopher Lee y Peter Cushing) que exploró de forma visionaria el territorio del horror cósmico y que tanto Joan Castelló como Xavi Sánchez Pons consideran un espléndido precedente de ‘La cosa’, de John Carpenter. “Es un cliché decir esto, pero estoy seguro de que, si fuera americana, ‘Pánico en el Transiberiano’ estaría considerada entre las 30 mejores películas de terror y ciencia ficción de siempre”, apunta Sánchez Pons.

El cuarteto inaugural de la nueva colección de Ediciones 79 se completa con ‘Ceremonia sangrienta’ (1973), la primera de las dos incursiones de Jordi Grau en el cine de género (una revisión del mito de la condesa Báthory, que ordenó matar a cientos de jóvenes vírgenes para bañarse en su sangre), y ‘Misterio en la isla de los monstruos’ (1981), una película de aventuras fantásticas de inspiración verniana dirigida por el valenciano Juan Piquer Simón, “el Ray Harryhausen español”, en palabras de Castelló.

A estos títulos, disponibles a partir de la semana que viene, se les unirán en breve una docena más que serán desvelados en el marco del festival de Sitges, donde el tenderete de El Setanta-Nou, con su imbatible combinación de saldos y ediciones de lujo para coleccionistas, ha adquirido ya estatus de parada obligatoria.