Adiós a reutilizar el aceite: los expertos alertan de los riesgos de usarlo tras freír con él

El aceite de olivase ha convertido en un artículo prácticamente de lujo por sus altos precios, pero otras variaciones, como el de girasol, se han mantenido con un coste más ajustado y muchos consumidores han optado por incluirlos en la cocina.

Al margen de esto, el aceite de girasol ya se solía emplear para las preparaciones que requieren una mayor cantidad de producto, como los fritos. Así, casi todos los hogares cuentan con un recipiente donde guardar los restos de este aceite para reaprovecharlo con otra receta.

Sin embargo, reutilizar el aceite de freír no es una práctica recomendable, según expone la ciencia. Un estudio elaborado por un grupo de investigación de la Universidad Central de Tamil Nadu en Thiruvarus (India), liderado por la profesora, Kathiseran Shanmugam, revela el consumo frecuente de aceite reutilizado aumenta el riesgo de daño cerebral.

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¿Reutilizar el aceite es malo?

El estudio está basado en el análisis de cinco grupos diferentes de ratas, a los que se alimentó con aceite de girasol y sésamo sin reusar o recalentado. Tras esta prueba, se observó que las ratas que fueron alimentadas con aceites vegetales reutilizados tenían un mayor estrés oxidativo y también una mayor inflamación en los tejidos hepáticos.

Además, comprobaron que se había producido un daño en el colon, con niveles alterados de endotoxinas y lipopolisacáridos. Con todo, la directora de la investigación explica que "freír a altas temperaturas se ha relacionado con varios trastornos metabólicos, pero no se han realizado investigaciones a largo plazo sobre la influencia de su consumo y los efectos perjudiciales para la salud".

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Así las cosas, lo cierto es que el aceite recalentado puede contener componentes nocivos como la acrilamida, grasas trans, peróxidos y compuestos polares. Cuando se reutiliza varias veces, el aceite se degrada y pierde su eficiencia. Por todos estos motivos, lo ideal no es usarlo más de dos veces y desecharlo de forma correcta (¡nada de tirarlo por el desagüe!).